Este artículo se publicó hace 17 años.
Polonia acude a Lisboa con el objetivo de que la UE acepte sus exigencias
Polonia acude a la conferencia de Lisboa dispuesta a lograr que el futuro Tratado Europeo incluya el llamado "Mecanismo de Ioannina", una exigencia que el Ejecutivo polaco considera vital para sus intereses y que supone el principal escollo para que la UE pueda aprobar el nuevo texto.
Durante las últimas semanas, la diplomacia polaca ha dejado entrever que, si finalmente no se acepta su pretensión de dotar de validez jurídica al compromiso de Ioannina (mecanismo que permite mantener en suspenso una decisión mayoritaria de la UE), Polonia podría bloquear la aprobación del Tratado.
Portugal espera sacar adelante este texto en el encuentro de Lisboa, entre los próximos días 18 y 19, coincidiendo con su Presidencia de turno de la UE.
"No aceptaremos el Tratado Europeo sin Ioannina", ha repetido en un tono menos diplomático el primer ministro polaco, Jaroslaw Kaczynski, a lo largo de la campaña electoral que vive el país desde hace semanas y que culminará en los comicios del 21 de octubre, sólo dos días después de la cumbre en la capital portuguesa.
Lo cierto es que el Ejecutivo de los Kaczynski insiste en que es "muy, muy importante para Europa y para Polonia que este pacto sea vinculante y no una simple declaración política", aunque la incógnita es si la delegación polaca mantendrá en Lisboa una voluntad inflexible de que el Tratado incluya este mecanismo o si, en último término, se conformará con que aparezca en un anexo.
En los últimos días se especuló con que los gemelos Kaczynski podrían rebajar sus pretensiones y aceptar finalmente una simple inclusión en el anexo, ya que los últimos sondeos electorales eran favorables y les auguraban una victoria, lo que reducía la presión de tener que regresar de Lisboa con los laureles de un gran éxito que vender a los votantes.
Sin embargo, el resultado del reciente debate televisado entre el conservador Jaroslaw Kaczynski y su principal rival, el liberal Donald Tusk, parece haber invertido la situación.
El líder de Plataforma Ciudadana (PO) venció y convenció en ese debate, lo que sitúa ahora a la formación liberal como el principal candidato a ganar las elecciones, con un 46 por ciento de votos a su favor, frente al 32 por ciento de Ley y Justicia, según una encuesta publicada hoy por el diario "Dziennik".
Esta situación podría obligar a los Kaczynski a buscar una sonada victoria en Lisboa y mostrarse inflexibles en su demanda de "Ioannina o nada", para poder vender electoralmente ese éxito importante y captar así un mayor número de votantes.
Lo cierto es que habrá que ver cómo afecta a la política europea polaca el último varapalo electoral que han sufrido los conservadores tras el debate televisado del pasado viernes.
Si en los próximos días Ley y Justicia (PiS) no consigue recuperarse en las encuestas, es probable que intente dar ese golpe de efecto en Lisboa y se muestre inamovible en sus pretensiones.
Pero, si por el contrario, vuelve a recuperar posiciones, puede que sea más flexible en sus exigencias, tal y como parece que se desprende de los recientes encuentros que mantuvo el presidente polaco, Lech Kaczynski, con la canciller alemana, Angela Merkel, y el jefe de Estado francés, Nicolás Sarkozy, aunque esas reuniones fueron previas al "fatídico" debate.
El polémico pacto de Ioannina toma su nombre de la isla griega de Ioannina, donde en 1994 los ministros de Asuntos Exteriores de la UE llegaron a una serie de acuerdos sobre el sistema de voto en la Unión, que posteriormente no se plasmaron en ningún texto europeo.
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