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El PP canta victoria

EFE

El PP ha cerrado hoy la campaña para las elecciones generales del domingo en medio de una indisimulada euforia y con la convicción de que las urnas llevarán a Mariano Rajoy a La Moncloa tras casi ocho años de gobierno socialista.

El Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid ha sido el escenario en el que Rajoy ha culminado su campaña, rodeado de las principales personalidades de su partido y donde hasta se dejó ver José María Aznar, que hasta ahora no había compartido acto alguno con el candidato que él mismo designó hace ocho años.

Unas 20.000 personas - según los organizadores - con banderas y bufandas teñían de azul celeste el recinto en medio de un entusiasmo que no matizó ninguno de los oradores que precedieron a Rajoy (Alberto Ruiz-Gallardón, Esperanza Aguirre y Dolores de Cospedal).

"Oa, oa, oa, Mariano a La Moncloa" gritaba la gente a Rajoy, a quien, como a Aguirre, le dedicaron otra frase: "Tu sí que vales".

Aguirre se atrevió a citar un pasaje de "El Cantar del Mio Cid" y, en un ambiente salpicado de comentarios de los asistentes, hasta Dolores de Cospedal se atrevió con una lindeza: "Aquí todos somos guapos".

El ambiente festivo se gestó desde que las puertas del Palacio se abrieron, dos horas antes del comienzo de las intervenciones, gracias a la música estridente, en la que se sucedían desde canciones de los rockeros neoyorquinos The Ramones, hasta la más castiza "La Macarena".

Al principal rival de Rajoy, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, se le recordó con poco afecto, pero sí con música, ya que un pinchadiscos invitó a cambiar la letra de una canción de Tom Jones para decir "bye, bye Rubalcaba" y el grupo SinPauxa cantó un tema cuyo estribillo era "Alfredo no te creo, no te quiero más".

Mesurado, como es habitual, Rajoy celebraba su gran momento, el que le acerca a su aspiración de ser presidente del Gobierno.

Quizá en su aspecto satisfecho influía que el candidato había pasado la tarde con su esposa y sus hijos y que el mayor, Mariano, de doce años, le dio las notas que ha sacado en el colegio, que son muy buenas, según fuentes del PP.

Otro niño fue protagonista: Iván.

Es el primer vástago de Soraya Sáenz de Santamaría, que se llevó una gran ovación en su reaparición pública una semana después de dar a luz.

El ambiente festivo sólo fue interrumpido cuando una militante sufrió un problema respiratorio y De Cospedal paró unos minutos su discurso mientras las asistencias sanitarias actuaban delante de miles de personas.

El propio Rajoy puso el otro velo de tristeza al recordar a Francisco Villar, estrecho colaborador suyo durante años y que falleció hace unas semanas.

Pero al final se impuso la metáfora que expresó Ruiz-Gallardón: "una hora antes de este mitin el cielo estaba negro en Madrid, parecía que se iba a caer sobre nosotros, pero ha vuelto la calma. Eso es lo que va a pasar en España el domingo".

Jesús García Becerril

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