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El PP no aclara si volvería a recoger firmas contra el Estatut

Los conservadores no quieren hablar con el Gobierno de la renovación del TC

MARÍA JESÚS GÜEMES

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, denunció ayer la 'campaña de deslegitimación' que se está ejerciendo contra el Tribunal Constitucional para que se emita una sentencia favorable al Estatut. La mano derecha de Mariano Rajoy no quiso analizar cuál era la responsabilidad de su formación en el desprestigio del TC, teniendo en cuenta sus recusaciones para influir en la composición del tribunal o los múltiples recursos de inconstitucionalidad que han presentado en los últimos años sin haber ganado ninguno.

El PP prefirió no remover el pasado. Aunque durante la anterior legislatura sus dirigentes lanzaran una campaña de recogida de firmas contra el Estatut. Ayer, Cospedal no quiso aclarar si su partido volvería a organizarla. 'El PP no va a contribuir en nada a toda la campaña que se está intentando hacer para deslegitimar o desacreditar al TC. No va a participar en nada por mucho que a algunos les interese y va a hablar del presente y futuro de Catalunya y España', insistió cerrando este capítulo.

La dirección conservadora cree que ahora no debe entrar en confrontación. En esta etapa entona un discurso moderado en el que repite que acatará el fallo. Algunas voces internas reclaman a Rajoy un tono más duro en este asunto, pero la cúpula no tiene ninguna intención de reavivar la animadversión de la sociedad catalana hacia sus siglas.

Cospedal, olvidándose de que su partido fue quien advirtió con que se iba a romper España con la reforma estatutaria, aseguró ayer que el discurso del PP no se había modificado un ápice. 'Nosotros decimos lo mismo de siempre. Los que cambian de criterio y hacen distintas valoraciones, dicen que se iba a aprobar todo lo que venga del Parlamento de Catalunya y luego lo contrario, son otros, particularmente Zapatero', defendió.

La dirigente conservadora pidió ayer que el TC 'se pronuncie ya de una vez' con los actuales magistrados. Cospedal rechazó la tesis de que el Constitucional se encuentra paralizado porque 'ha estado tres años funcionando' sin problemas. A su entender, por tanto, 'no cabe hablar de bloqueo o desbloqueo' en la negociación para renovar su composición.

La dirección del PP no está dispuesta a hablar sobre este tema. Más cuando sabe que la renovación favorecería al ala progresista. Prefieren que sea el TC quien 'se moje' y que, su presidenta, María Emilia Casas, ponga orden. Además, creen que precisamente la intención del Gobierno es 'dilatar' la situación si puede, hasta las próximas elecciones catalanas, con el pensamiento puesto en que el president de la Generalitat, José Montilla, las adelante para la primavera que viene.

Cospedal no quiso decir si sería uno de los temas a tratar en la próxima reunión con Zapatero. Ayer recordó que su partido aún no tenía 'ni fecha, ni noticia' de dicha reunión. Y resaltó que ambos líderes ya hablaron sobre ello en el encuentro de 2008 y que, mientras que el PP 'cumplió con lo acordado, Zapatero no lo hizo así'.

A Cospedal no le extrañó que Montilla acusará ayer al PP de 'excitar los peores tópicos del anticalanismo' porque lo había hecho 'muchas veces'. 'Debería mirar a su propia responsabilidad, cuando lanza mensajes que son contrarios al cumplimiento de la ley', acusó.

También lamentó las declaraciones del ex alcalde de Calella, Ramón Bagó, en las que aseguraba que habría que 'matar a los del PP'. 'Son tremendas', reconoció.

Cospedal pidió que se 'dejara actuar' al TC y no se le presionara también 'desde la Presidencia de Gobierno'. Y mantuvo que el PP no está dispuesto a retirar su recurso de inconstitucionalidad porque se actuó con 'coherencia' y 'no se arrepienten' de haberlo hecho.

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