El PP irrumpió ayer en el debate político sobre el futuro de la energía nuclear en España con una propuesta que rebasa con creces la fórmula ambigua sobre esta materia recogida en su programa electoral. El portavoz de Industria del Partido Popular, Antonio Erias, planteó aumentar del 18 al 30 % el peso de la energía nuclear en la totalidad de la producción energética española, como ocurre 'en el resto de los países europeos'.

Erias concretó así la propuesta enunciada en el programa de gobierno con el que Rajoy concurrió a las últimas elecciones generales, que recoge, de manera genérica, el compromiso del PP de 'mantener los emplazamientos actuales y gestionar la vida útil de las centrales nucleares existentes en línea con las tendencias internacionales (...)'.

El portavoz de Industria del partido de Rajoy no descartó que el PP plantee la apertura de nuevas centrales nucleares si llega a La Moncloa: 'Es una decisión que tomará el Gobierno en función de la demanda de energía', se limitó a señalar Erias en declaraciones a Europa Press.

Nuevos reactores

En cualquier caso, el significativo aumento de la influencia nuclear en el mapa energético propuesto por el PP pasaría por instalar en las centrales ya existentes 'reactores de nueva generación'. Estrategia que Erias resumió con la fórmula 'producir más con los mismos recursos'.

Tras el anuncio del cierre de la central burgalesa de Garoña, el PP cree haber encontrado un nuevo flanco en su estrategia de desgaste contra el Gobierno, al que acusa de improvisar en esta materia.

Liderando esta estrategia, Mariano Rajoy reclamó ayer 'seriedad' al Ejecutivo 'en las reformas necesarias en el sector energético', actitud 'contraria a lo que hemos visto en estos días', según criticó el presidente del PP haciendo referencia al cierre de la central de Garoña. El consejo de administración de Nuclenor, propietaria de la planta nuclear, anunció ayer que recurrirá ante los tribunales la orden de cierre de la central.