'Entre la presión y la concesión. La conversación se resume en un punto intermedio', cuentan los dirigentes del PP que saben cómo se desarrolló el cara a cara entre el líder del PP, Mariano Rajoy, y el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, el miércoles en el Parador de Alarcón (Cuenca).

Rajoy pidió a su barón territorial que afronte 'el problema' que se ha desencadenado en la Comunidad Valenciana tras conocerse un informe policial que aporta sólidos indicios de financiación ilegal del PP regional. Aunque le dio margen de maniobra a Camps, en el partido esperan que lo resuelva 'cuanto antes mejor' porque la situación es insostenible en el tiempo y juega en contra de

Camps, por su parte, reclamó a Rajoy libertad para actuar dando muestras de su independencia. Él quería una solución pactada para no quedar desautorizado en público. Además se mostró molesto por las formas exhibidas por María Dolores de Cospedal cuando defendió iniciativas'contundentes'.

Muchos creen que la falta de decisión de Rajoy favorece la insubordinación

En el partido siguen opinando que la única manera de hacer frente a la situación es haciendo rodar cabezas. Rajoy, en todo caso, no llegó a reclamarlas. Pero la del vicepresidente de la Generalitat, Vicente Rambla, y la del secretario general del PPCV, Ricardo Costa, se tambalean desde hace una semana. Sobre todo la de este último. Desde las filas conservadoras se defiende que la salida de Costa bastaría como 'medida ejemplarizante'. Su nombre aparece en la investigación como la persona que cerraba con Álvaro Pérez, El Bigotes, los pagos en negro por actos del partido. Pero el número dos del PPCV se mantiene enrocado.

'La historia es grave y Camps lo tiene difícil porque Costa no está dispuesto a pagar el pato', señala un diputado nacional. En el PP valenciano quieren que Costa renuncie a su puesto de forma voluntaria, pero él está dispuesto a aguantar la presión como hizo el tesorero Luis Bárcenas. 'Los cuchillos vuelan', explican.

Los que conocen bien a Costa explican que 'siempre ha cumplido órdenes'. Además, se escuda en que no está 'imputado' y en que ningún tribunal se ha hecho cargo del informe. Hay quien está convencido de que no se moverá ficha hasta que no se abra un proceso judicial.

La pelota está ahora en el tejado de Camps. Y, por el momento, no ha reaccionado. Ayer se refugió en evasivas. Así, declaró que la cita había sido 'muy agradable' y dijo que habían charlado sobre Madrid 2016 y los Presupuestos. Además, afirmó que sólo habían hablado de una dimisión: la del presidente Zapatero, porque 'sería bueno para la Comunidad Valenciana y para toda España'.

Mientras, la dirección nacional se afanó ayer por lanzar un mensaje conciliador, recordando que la relación con Camps sigue siendo 'muy buena' y que existe una confianza 'extraordinaria' en él. Pero lo cierto es que, en esta ocasión, Rajoy está más preocupado que cuando estalló el caso de los trajes. El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, sostuvo en la COPE que Camps tiene 'las manos libres' pero advirtió que 'si alguien la ha hecho, debe pagarla y la pagará'.

El presidente de la Generalitat propone una dimisión:la de Zapatero

Dentro del PP ha cundido la alarma. Muchos creen que Rajoy no ha demostrado ningún tipo de autoridad. Consideran que su gesto, abordar el tema de una vez por todas y sin intermediarios, fue bueno. Pero les parece 'un fallo' que en vez de llamar a Camps a su despacho, se desplazara a Cuenca.

Además, piensan que el futuro de Rajoy y Camps ha quedado completamente ligado. Mantienen que aquellas palabras que enarboló en plena campaña de las europeas aquello de 'yo creo en ti y siempre estaré detrás de ti, delante o al lado' le pueden pasar factura.

Algunos le critican que no 'corte por lo sano'. 'Lo único que logra al no tomar decisiones es que cunda la insubordinación generalizada', explican desde el Grupo. Los marianistas afirman que su jefe no puede hacer cosas que no responden a su carácter: 'No es categórico y no olvida que, cuando él pasó una mala etapa, allí estaba Camps para apoyarlo'.

También Cospedal estuvo ayer en el punto de mira al decir que se había enterado del almuerzo por los medios. Con ello quedó desautorizada. Ella dice que sí lo sabía, pero que no quiso desvelarlo para mantener el secreto.

Blanco: “Camps pidió explicaciones a rajoy”
“Después del resultado de la reunión, parece que fue Camps a pedirle explicaciones a Rajoy” por pedir medidas contundentes en el PP valenciano, señaló el número dos del PSOE, José Blanco.

Chaves critica “la poca autoridad” del líder del PP
El vicepresidente territorial, Manuel Chaves, denunció “la poca autoridad” de Rajoy para “poner orden” en el PP. El portavoz socialista, José Antonio Alonso, cree que, si Rajoy no da explicaciones, vincula su futuro al ‘caso Gürtel’.