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Prensa y oposición censuran a la canciller

Voces críticas en Alemania claman contra su postura inflexible

PATRICIA BAELO

Alemania parecía estar mandando un mensaje unánime a sus vecinos. Gobierno, banqueros y hasta empresarios se postularon en repetidas ocasiones contra los eurobonos y la intervención del BCE para salir de la crisis. Pero no todo son votos de confianza a la canciller alemana, sino que la oposición, la prensa y algunas voces aisladas se atreven a criticar su gestión de la crisis. Verdes y socialdemócratas reprochan a la jefa del Ejecutivo alemán que entorpezca una salida a la recesión.

Aún más, el líder del SPD, Sigmar Gabriel, advirtió a Merkel de que 'está jugando con fuego', al evitar que los países en apuros puedan acceder a créditos con tipos de interés más justos. Con ello, favorece 'una guerra abierta con dos frentes' en la eurozona, al tiempo que con su política de rechazo incita a la compra masiva de deuda soberana por parte del BCE. El líder socialdemócrata aprovechó la semana de debate presupuestario en el Bundestag para subrayar lo inoportuno de que el Gobierno exija a sus vecinos consolidación fiscal y contemple al tiempo un aumento del déficit alemán de 4.000 millones de euros en 2012. La jefa de los Verdes, Renate Künast, se muestra escéptica ante las repetidas negativas de Merkel y asegura que 'al final tendremos los eurobonos'.

A raíz de que el miércoles el Tesoro alemán apenas pudiera colocar dos tercios de los bonos que sacó a subasta, las reacciones no se hicieron esperar. Los analistas son pesimistas y hablan de catástrofe. Ralf Umlauf, del banco regional Helaba, lo calificó de 'un voto de desconfianza contra toda la eurozona' de los inversores, fundamentalmente de fuera de Europa. Y desde HSBCTrinkaus, Johannes Rudolph,apuesta por que Alemania decida ahora alargar más sus subastas. Sólo este año, el país tiene que tomar prestado de los inversores 275.000 millones de euros para cubrir el déficit y devolver deudas.

La opinión de la prensa es que cada día aumenta la presión sobre Merkel y dudan que sea capaz de aguantar. Más críticos o menos, el mensaje es el mismo: 'Merkel contra el resto de Europa', rezaba Spiegel. El Ejecutivo alemán mantiene una guerra con el resto de países e instituciones europeas, con las que sólo consigue ponerse de acuerdo en la necesidad de una mayor disciplina presupuestaria, pero ni en los eurobonos ni en la intervención del BCE.

Incluso el célebre analista Wolfgang Münchau destapa en su columna las mentiras alemanas que impiden acabar con la crisis. Habla, por ejemplo, de una mentira fiscal (la falsa creencia de que la causa de la crisis ha sido la deficiente política presupuestaria en países como España) e insiste en que ni ahorrar ni más recortes van a sacar a Europa de la crisis, sino una intervención del BCE y los eurobonos.

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