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La Presidencia eslovena cree que Europa se dispone a "reconocer la realidad"

EFE

La presidencia eslovena de la Unión Europea se ha comprometido a seguir buscando el consenso entre los Veintisiete en torno al estatuto de Kosovo, pero considera que Europa se dispone a "reconocer la realidad" actual de los Balcanes.

"Ciertos procesos no se pueden detener", ha dicho en Bruselas el ministro esloveno de Asuntos Exteriores, Dimitrij Rupel, quien asumirá el primero de enero la presidencia de turno del Consejo de la UE.

En la presentación del programa semestral de la nueva presidencia, Rupel ha negado hoy ante los medios que el bloqueo constatado ayer nuevamente en el Consejo de Seguridad de la ONU signifique la ausencia de cobertura legal internacional para la inminente misión civil que la UE ha decidido enviar a ese territorio secesionista.

Rupel ha recordado que la OTAN ya decidió recientemente que la resolución 1.244 del Consejo de Seguridad podía ser invocada para mantener la presencia militar aliada en la provincia y, "si vale para lo militar, vale también para lo civil", ha asegurado el ministro.

Eslovenia asume el próximo 1 de enero la presidencia rotatoria de la Unión Europea y la cuestión del estatuto definitivo de la provincia serbia de mayoría albanesa centrará previsiblemente todos los esfuerzos diplomáticos de esta pequeña república ex yugoslava.

Se da la circunstancia de que Eslovenia es el primero de los nuevos estados miembros de Europa central y oriental que va a ejercer la presidencia comunitaria, lo que constituye, según Rupel, "un honor, un desafío y una oportunidad".

El ministro esloveno ha confirmado que el 28 de enero los veintisiete titulares de Exteriores discutirán las "modalidades prácticas" del despliegue de la misión policial y civil europea, pero la decisión de "ayudar a Kosovo en este período complicado" ya ha sido tomada al más alto nivel.

Lo que decidió la última cumbre de líderes comunitarios -el envío de la misión- "fue enormemente importante" y constituyó una "decisión política y no técnica".

Aunque no ha descartado que puedan surgir todavía "ideas productivas" en el debate sobre el estatuto kosovar, ha reconocido que ningún plan podrá alcanzar el grado de detalle y sofisticación que tenía el del mediador internacional Martti Ahtisaari.

Ahora, "'coordinación' es la palabra clave", ha dicho Rupel en alusión al deseo de los europeos de sincronizar sus próximos pasos con los de los dirigentes albano-kosovares y los de otros protagonistas internacionales clave, para no desestabilizar la región balcánica.

El representante esloveno ha recordado los orígenes de la crisis yugoslava, que arranca en 1991 con el ataque del entonces presidente serbio, Slobodan Milosevic, contra Eslovenia, república que acababa de proclamar su independencia.

"Noto a veces una falta de comprensión de la historia", ha dicho el ministro y se ha referido al hecho de que Milosevic suprimió el estatuto de autonomía de que disfrutaba Kosovo y que lo equiparaba "en un 80%" a una verdadera república dentro de la extinta federación yugoslava.

Rupel también ha defendido separar la solución al problema de Kosovo de la evolución de las relaciones europeas con Serbia.

Ha abogado por "ser justos" con Serbia y darle el mismo trato que a Croacia, que pudo firmar un acuerdo de asociación y estabilización con la UE antes de que fuera encarcelado en La Haya el ex general fugitivo Ante Gotovina.

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