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La presidenta del TC pide acabar con la "espiral de cuestionamiento" de este órgano judicial

EFE

La presidenta del Tribunal Constitucional, Emilia Casas, ha pedido hoy respeto para este órgano judicial y que se acabe con la actual "espiral de cuestionamiento", porque "la suerte del Tribunal Constitucional es la suerte de la Constitución".

Casas, quien ha pronunciado hoy la conferencia de clausura de las jornadas conmemorativas del 25 aniversario del Amejoramiento del Fuero de Navarra, ha asegurado que la institución que preside atraviesa "un momento delicado" y ha dicho que le preocupa "muchísimo" que se deteriore la imagen pública del organismo.

Ha señalado también a los periodistas que algunos políticos y medios de comunicación han hecho declaraciones sobre el Constitucional que "me atrevo a calificar de verdaderamente irresponsables".

En este sentido, Casas, tras destacar que la institución que preside es "un órgano esencial en nuestro sistema democrático", ha destacado que "la suerte del Tribunal Constitucional es la suerte de la Constitución" y, por tanto, ha exigido respeto para este tribunal, que "ejerce su tarea y la seguirá ejerciendo de manera impecable".

Casas, quien no ha querido pronunciarse sobre la recusación de magistrados del Tribunal Constitucional, ha resaltado además en su conferencia que la institución atraviesa "momentos de dificultades o turbulencias", aunque ha indicado que, "pese a los intentos de desestabilización intolerables", el tribunal "saldrá fortalecido".

Al respecto, Casas ha estimado que es "imprescindible" evitar la actual "espiral de cuestionamiento" del tribunal, que "provoca inevitablemente una pérdida de sentido institucional" del mismo.

Por este motivo, ha opinado en su intervención ante las principales autoridades navarras que es "esencial" estimular una cultura constitucional en la que "todos debamos respeto y confianza a la Constitución, a las instituciones por ella creadas y desde luego a su intérprete supremo", el Tribunal Constitucional, así como a sus decisiones, "dictadas en ejercicio de su independencia y su autoridad".

Casas ha subrayado que ningún tribunal, "y desde luego tampoco el que yo presido", puede pretender "quedar al resguardo de la crítica cuando sea procedente", por parte de la opinión pública, la clase política o la comunidad de juristas.

Sin embargo, ha afirmado que el Tribunal Constitucional "necesita en todo momento de la cooperación y del respeto de los demás, de los poderes públicos y de los ciudadanos".

"En una sociedad democrática y plural", ha agregado, el debate político y el papel de los medios "son esenciales" e incluso son "el baremo en el que se puede medir nuestra salud democrática", pero ese debate, ha destacado, "no debe ni puede cruzar la línea del cuestionamiento institucional".

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