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El presidente checo pone un nuevo obstáculo a Lisboa

Reuters

El presidente checo Václav Klaus puso el jueves un nuevo obstáculo al Tratado de Lisboa, al decir a la presidencia sueca de la UE que quiere introducir una nota al pie de página al documento antes de ratificarlo.

El presidente polaco, Lech Kaczynski, firmará el tratado el sábado, dijo un asesor, por lo que Klaus es el único líder europeo que se opone a la ratificación del texto que dará a la UE, más influencia en la esfera mundial.

Los partidarios del tratado dicen que si no se consigue la firma de Klaus la UE se sumergiría una crisis, que podría paralizar al bloque mientras aborda una profunda crisis económica y el poder cambia hacia China y otras potencias emergentes.

"Hablé por teléfono hoy con el presidente Klaus (..) Para que firme el tratado, Klaus nos pidió una nota a pie de página de dos frases relativas, entiendo, a la Carta de Derechos Fundamentales", dijo el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt a Reuters por teléfono.

"Le dije que este es el mensaje equivocado en el momento equivocado para la UE. Le dije claramente que es su tinta en el papel lo que cuenta y no quiero que esto retrase la entrada en vigor del tratado lo más pronto posible", dijo.

El ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, descartó cualquier cambio en el tratado para acomodarse a Klaus.

"No vamos a cambiar el Tratado de Lisboa. Ha sido aprobado por el Parlamento checo y por el Senado checo en los mismos términos que todos han aceptado, los 27 países incluyendo ese (la República Checa)", dijo en rueda de prensa.

"No tengo dudas de que el presidente Klaus va a inventar muchas más dificultades, pero creo que (el hecho de que) el pueblo checo acepte que sus representantes han votado, habiendo dicho sí cada vez a este tratado precisamente sin cambiar una palabra, le influirá lo suficiente para que finalmente lo haga".

TODAS LAS MIRADAS, CENTRADAS EN KLAUS

La atención se centró en Klaus después de que los votantes irlandeses respaldaran el viernes el tratado en un segundo referéndum tras recibir garantías sobre derechos humanos, soberanía e impuestos.

Klaus dice que el tratado crearía un súper-estado europeo que da demasiado poder a Bruselas y no está claro si pretende continuar resistiéndose a firmar el tratado o las nuevas condiciones son una táctica para ganar tiempo o salvar la cara.

Podría tratar de retrasar la ratificación hasta que Reino Unido celebre elecciones el año próximo que se prevé gane el Partido Conservador, actualmente en la oposición, que ha dicho que convocará un referéndum sobre el tratado si no ha sido ratificado totalmente.

Reinfeldt dijo que Klaus le dijo que firmaría el tratado si se incluía la anotación a pie de página y el Tribunal Constitucional checo rechaza la demanda presentada contra el tratado por un grupo de senadores.

El presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, visitará Praga el viernes y se prevé que se entreviste con Klaus.

Diplomáticos de la UE familiarizados con los procesos legales del bloque dijeron que el Gobierno checo, no Klaus, podía pedir a los líderes de los Veintisiete que aprobaran una "declaración política" en una cumbre este mes que sería adjuntada al tratado.

Esto sería similar a las garantías legales dadas a Irlanda después de que rechazara el tratado en junio de 2008. Pero cualquier declaración política no podría llevar a cualquier reapertura o renegociación del texto, dijeron.

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