Este artículo se publicó hace 15 años.
El presidente Gasparovic gana las elecciones y revalida cargo en Eslovaquia
El presidente de Eslovaquia, Ivan Gasparovic, se ha proclamado hoy vencedor de la segunda y definitiva vuelta de las elecciones a la jefatura del Estado, en las que se impuso a la candidata de la oposición, Iveta Radicova.
Con un escrutinio del 98,44 por ciento, Gaspovic ha obtenido el 55,5 por ciento de los votos, mientras que su contrincante ha logrado un 44,5 por ciento, según datos oficiales de la Oficina Estadística Eslovaca.
La participación fue de 51,65 por ciento, frente al 43,50 por ciento registrado hace cinco años, cuando Gasparovic se impuso al político nacionalista, y antiguo correligionario suyo, Vladimir Meciar.
El antiguo Fiscal General de Checoslovaquia nació en 1941, y militó en su juventud en el Partido Comunista para supuestamente apoyar el movimiento aperturista de la Primavera de Praga, liderado por el también eslovaco Alexander Dubcek.
No ocupó en esa época ninguna función significativa en la formación izquierdista y desarrolló su carrera profesional en fiscalías urbanas y provinciales.
Durante el período de la normalización soviética, en la década de los setenta y ochenta, Gasparovic enseñó en la Facultad de Derecho de la Universidad Comenio de Bratislava.
Tras la Revolución de Terciopelo de 1989 se convirtió en pro-rector de aquella corporación universitario y luego fiscal general del país.
Eslovaquia, surgida de la escisión de Checoslovaquia en 1993, elegía hoy presidente por vía directa y por tercera vez en su historia, después de que el país centroeuropeo acometiera la preceptiva reforma constitucional tras una consulta popular.
Más de cuatro millones de eslovacos estaban convocados a las urnas, en un proceso electoral que se desarrolló con normalidad y sólo registró algunos episodios anecdóticos.
Entre ellos cabe citar la compra de voto "a razón de tres euros" en algunas poblaciones de la minoría romaní situadas al este del país.
La victoria de Gasparovic, apoyado por los gobernantes Partido Socialdemócrata (SMER) y el Partido Nacional Eslovaco (SNS), supone un espaldarazo al Ejecutivo de coalición, surgido tras los comicios legislativos de 2006.
Este resultado mantiene asimismo en el aislamiento político a la oposición conservadora, democristiana y la minoría húngara, que gobernó la pequeña democracia del Danubio en las dos anteriores legislaturas.
La oposición en el Consejo Nacional, o Parlamento unicameral de Bratislava, tratará ahora de romper su mala racha en los próximos comicios al Parlamento Europeo, que tendrán lugar en junio.
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