Este artículo se publicó hace 17 años.
El presidente de Georgia adelanta las elecciones tras los disturbios
Mijaíl Saakashvili decretó ayer el estado de emergencia por las manifestaciones convocadas en todo el país
El presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, ha anunciado que convocará elecciones presidenciales anticipadas para el próximo 5 de enero de 2008 tras la reciente oleada de manifestaciones exigiendo su dimisión y que lo llevó a decretar el estado de excepción en el país.
Las elecciones estaban inicialmente previstas para el otoño de 2008.
La oposición pidió anticipar las elecciones parlamentarias, y el presidente prometió que en la jornada de los comicios presideniales se hará un referéndum sobre si celebrar elecciones legislativs. Saakashvili ha intentado retratar a este pequeño estado ex soviético como un baluarte de democracia y estabilidad en la región del Cáucaso, una imagen que ahora ha quedado hecha trizas.
En una inusual reprimenda a un aliado estadounidense, la OTAN había recriminado anteriormente a Saakashvili por imponer el estado de excepción. La Comisión Europea también expresó su preocupación. "La imposición del estado de excepción, y el cierre de los centros mediáticos en Georgia son particularmente preocupantes y no están en línea con los valores euro-atlánticos", dijo el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop, en un comunicado.
Según la Constitución, el presidente debería dimitir 45 días antes de la fecha de las elecciones, este mismo mes. Georgia tenía previsto celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias en el otoño de 2008. Los colegios georgianos permanecen cerrados hasta la próxima semana, sólo las corporaciones estatales pueden transmitir noticias y las reuniones estaban prohibidas bajo las medidas de excepción, que durarán hasta el 22 de noviembre, sujeta a la aprobación parlamntaria.
Georgia tiene una historia de volatilidad. Sufrió una guerra civil tras el colapso de la Unión Soviética a principios de los 90, y hay revueltas separatistas en dos regiones del país, en las que Tiflis ve la mano de Moscú. Saakashvili quiere acercar a Georgia - un enlace del transporte de crudo entre Rusia y Oriente Próximo - a la OTAN y la Unión Europea, políticas que le han supuesto una colisión con Moscú.
Los opositores del país le han acusado de autoritarismo y de continuos abusos de derechos humanos, además de ser incapaz de atajar la pobreza y el desempleo.
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