Este artículo se publicó hace 11 años.
El presidente de Mali declara el estado de emergencia por avance de los rebeldes
Las fuerzas armadas francesas han comenzado hoy una operación militar para ayudar al Gobierno, según ha informado el mandatario francés
El presidente de Mali, Dioncounda Traore, ha decretado el estado de emergencia en su país este viernes para contener a los combatientes islamistas vinculados a Al Qaeda que amenazan con avanzar hacia el sur desde sus bationes del norte, según ha anunciado un funcionario de la presidencia.
Mientras tanto, las fuerzas armadas francesas han comenzado hoy una operación militar en Mali para ayudar al Gobierno a detener un avance hacia el sur de los rebeldes islamistas que gobiernan buena parte de la zona norte del país, según ha informado el presidente francés, François Hollande.
La fuerzas francesas han llevado a cabo un ataque aéreo en Malí en apoyo de las fuerzas del gobierno que tratan de hacer retroceder a los islamistas rebeldes, según ha informado el canciller francés, Laurent Fabius. "Se trata de una intervención militar en el estado de África occidental para ayudar al gobierno a resistir un empuje al sur por las fuerzas rebeldes".
El Gobierno de Mali pidió el jueves ayuda militar urgente de Francia después de que combatientes islamistas avanzaran hacia el sur, tomando la localidad de Kona, en el centro del país. El avance rebelde sembró el pánico entre los vecinos de los pueblos cercanos de Mopti y Sevare, donde hay una base militar y un aeropuerto.
"La operación durará el tiempo que sea necesario", ha delcarado Hollande.
Las potencias occidentales temen que la alianza de Al Qaeda trate de utilizar la zona desértica como una plataforma de lanzamiento para los ataques internacionales. "Esta operación durará el tiempo que sea necesario", ha delcarado Hollande, quien ha asegurado que actúan con el beneplácito del Consejo de Seguridad de la ONU y las leyes internacionales.
Hollande ya había dejado claro que Francia iba a intervenir para detener cualquier unidad más hacia el sur por islamistas rebeldes como soldados malienses lanzaron una contraofensiva para arrancar de nuevo una ciudad capturada por militantes esta semana.
El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó en diciembre el despliegue de una fuerza de mando africano apoyada por estados europeos. "Los franceses creen que Francia, y Europa, se enfrentan a una amenaza de seguridad real por lo que está pasando en el Sahel", dijo Jakkie Cilliers, director ejecutivo del Instituto de Estudios de Seguridad en Sudáfrica.
Más de dos décadas de elecciones pacíficas le habían ganado a Mali la reputación de baluarte de la democracia en una zona de África más conocida por la inestabilidad, una imagen que se deshizo en una pocas semanas después de que un Golpe de Estado en marzo abriera camino a la rebelión islamista.
Es el tercer productor de oro más importante de África y cultiva gran cantidad de algodón, además de acoger la legendaria ciudad desértica de Tombuctú, un antiguo núcleo comercial considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que acogía festivales de música antes de la rebelión.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación mantiene la recomendación de no viajar a Mali ante la inestable situación política y de seguridad en el país, al tiempo que aconseja a los españoles residentes o de paso allí que salgan provisionalmente del territorio si su presencia no es indispensable. Exteriores pide además a los ciudadanos que comuniquen a la Embajada española en Bamako qué piensan hacer, tanto si deciden salir del país como si optan por quedarse. El Gobierno recuerda que sigue existiendo riesgo de secuestros de occidentales "en todo el país".
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