Este artículo se publicó hace 15 años.
El presidente moldavo pide un recuento de resultados electorales
El presidente de Moldavia, Vladimir Voronin, pidió el viernes un recuento de los disputados resultados de las elecciones que provocaron violentas protestas de la oposición, que asegura que han sido amañados por el Partido Comunista gobernante.
Voronin, el único gobernante comunista de Europa, pidió formalmente al Tribunal Constitucional que ordene un recuento de los resultados de las elecciones del domingo, y dijo que esto ayudaría a restaurar la calma. El tribunal está dominado por sus partidarios y muy probablemente aceptará.
"Yo, como presidente de un partido que consiguió una victoria incuestionable en la consulta justa y democrática, pido al Tribunal Constitucional una decisión clara sobra la necesidad de un recuento completo de los votos emitidos en las elecciones legislativas", dijo según la agencia de noticias moldava Omega.
"Un recuento completo (...) sería un argumento importante para la restauración de la estabilidad política, la paz y la confianza mutua en la República de Moldavia".
Miles de manifestantes asaltaron e incendiaron el parlamento y las oficinas del presidente en Chisinau el martes, en la peor oleada de violencia que ha afectado a la capital moldava en décadas.
Voronin ha acusado a su vecino y miembro de la Unión Europea Rumanía de intentar organizar un golpe de estado como parte de un plan para anexionarse Moldavia, con la que comparte vínculos étnicos y de idioma. Ha expulsado a su embajador y ha negado la entrada a una veintena de periodistas rumanos.
La Comisión Electoral Central confirmó esta semana los resultados que mostraban que el partido de Voronin había ganado casi la mitad de los votos, una norma que implica que no habría recuento, como quería la oposición.
EL TRIBUNAL, PROBABLEMENTE A FAVOR DEL RECUENTO
Ocho de los nueve jueces del tribunal fueron designados bajo el gobierno de Voronin, y hay pocas dudas sobre que estén de acuerdo con el recuento.
La oposición afirmó que no está claro si Voronin estaba proponiendo un recuento de todos los votos o simplemente de los informes de los centros electorales.
"Él ha ordenado el recuento pero puede ver que aquí no hay mucha gente y finalmente negarse a hacerlo", dijo Alina, una estudiante que junto a otros 100 manifestantes permanecía en los exteriores del edificio del Gobierno.
Los partidos moldavos de oposición, que ahora dicen que quieren nuevas elecciones, han intentado marcar las distancias con los actos violentos del martes y algunos líderes opositores han acusado a las autoridades de estar detrás de ellos.
Voronin está en el poder desde 2001 y no puede presentarse a una tercera legislatura consecutiva por los límites constitucionales.
Sin embargo ha dejado claro que quiere quedarse cerca del poder y convertirse en el "Deng Xiaoping moldavo", una referencia al fallecido líder chino que continuó influyendo enormemente en el poder de su país después de dimitir.
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