Este artículo se publicó hace 15 años.
El presidente Obama insta una vez más a aprobar la reforma del sistema de salud
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo hoy un nuevo llamamiento al Congreso para que apruebe la reforma del sistema de salud que, según prometió, protegerá los derechos médicos de todos los estadounidenses.
En su habitual discurso de los sábados, recordó que hace una década el Gobierno del entonces presidente Bill Clinton propuso una denominada "Ley de Derechos de los Pacientes".
Esa iniciativa, dijo, contó con el respaldo de demócratas y republicanos, pero nunca llegó a convertirse en ley.
"Cayó víctima, una y otra vez, de los mismos intereses especiales que han bloqueado la reforma de los seguros de salud durante muchas décadas", señaló.
Obama indicó que se ha planteado una nueva oportunidad de aprobación porque esos derechos están incluidos en el nuevo proyecto aprobado por la Cámara de Representantes y en debate en el Senado.
El presidente manifestó que ambas versiones declaran fuera de la ley decisiones de las compañías de seguros de negar cobertura sobre la base de condiciones o enfermedades preexistentes.
Agregó que también impedirían que las empresas de seguros cobren pólizas exorbitantes sobre la base de la edad, la salud o el género.
Además, prohibirían que esas empresas retiren el seguro de una persona si ésta llega a enfermarse y limitarían lo que un paciente tiene que pagar por los tratamientos.
"Representan las medidas más enérgicas que se hayan tomado para que la industria del seguro asuma su responsabilidad. Quien diga lo contrario es porque no ha leído los proyectos", afirmó.
Obama indicó que la industria de los seguros médicos sabe lo que se le presenta en el futuro y es por eso que está tratando de impedir la aprobación.
Las empresas "quieren preservar un sistema que da mejores resultados a la industria de los seguros que al pueblo de Estados Unidos", acusó.
El presidente afirmó que ahora, por primera vez, existe una mayoría clara en el Senado dispuesta a hacer frente a los intereses de esa industria y dar su voto favorable a las reformas.
"El problema es si la minoría que se opone a las reformas continuará acudiendo a maniobras para impedir que el Senado las someta a votación", manifestó.
El viernes, algunos legisladores republicanos amenazaron con pedir que todo el texto del proyecto sea leído en voz alta en el Congreso, un proceso que tardaría alrededor de ocho horas, como medida dilatoria.
"Demos término a este prolongado y vigoroso debate. Cumplamos la promesa de reformas que harán más saludable a nuestro pueblo, fortalecerán nuestra economía y harán que nuestro futuro sea más seguro", instó.
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