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El presidente portugués pide un plan de ayuda provisional hasta la llegada del nuevo Gobierno

EFE

El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, pidió hoy a Bruselas que el programa de medidas aparejado al rescate financiero solicitado por su país esta semana sea de carácter "provisional" hasta la celebración de elecciones, en junio.

En declaraciones recogidas por los medios lusos en Budapest (Hungría), donde Cavaco Silva se ha reunido con los jefes de Estado de Alemania, Austria, Finlandia, Eslovenia, Hungría, Italia, Letonia y Polonia, el presidente luso reclamó "un poco de imaginación" a la Comisión Europea para idear una solución para su país.

En opinión del líder conservador, Bruselas debe permitir que sea el próximo Ejecutivo portugués el que lleve a cabo "las negociaciones finales" del plan de rescate, ya que "es el próximo Gobierno el que implementará el programa".

De esta manera, Cavaco apoyó la postura del líder de la oposición lusa, Pedro Passos Coelho -ambos pertenecen al mismo partido, el Social Demócrata-, quien exigió a Bruselas que las medidas a adoptar por Portugal a cambio de la ayuda financiera no queden totalmente definidas hasta después de que el país acuda a las urnas.

El presidente luso también consideró que la petición de rescate a Europa, oficial desde el pasado miércoles, era ya "inevitable" debido a los problemas de financiación que sufren el Estado, los bancos, las empresas y las familias en su país.

Asimismo, Cavaco hizo un llamamiento a los partidos políticos portugueses para que sean conscientes de que "el país se encuentra en una situación bastante difícil y es preciso por parte de todas las fuerzas una cooperación responsable que deje de lado disputas del pasado".

En este sentido, se mostró confiado en que el actual Gobierno en funciones, de signo socialista, "hará una buena negociación" sobre esta petición de rescate con los responsables europeos, e instó al Ejecutivo a mantener informada a la oposición sobre estas conversaciones para poder contar con su apoyo.

La labor del presidente de la República de Portugal en la gestión de esta crisis ha sido duramente criticada por los socialistas lusos, que le reprochan no haber realizado un llamamiento público a la negociación del último plan de austeridad elaborado por el Gobierno, y cuyo rechazo en el Parlamento por todos los grupos derivó en la dimisión del primer ministro José Sócrates.

La situación de inestabilidad política fue uno de los argumentos de las agencias de "rating" para recortar la nota de Portugal, al mismo tiempo que los mercados intensificaban su presión sobre el país, lo que finalmente provocó que el Ejecutivo luso cambiara de opinión y solicitara la ayuda externa, el pasado miércoles.

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