Este artículo se publicó hace 15 años.
El presidente ruso ofrecerá su segundo mensaje sobre el estado de la nación
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, ofrecerá hoy en el Kremlin su segundo mensaje anual sobre el estado de la nación en el que expondrá su valoración de la situación política, económica y social en el país.
A diferencia de sus antecesores en el Kremlin, Medvédev este año por primera vez reveló con tres meses de antelación las principales tesis de su discurso e invitó a políticos, expertos y ciudadanos de a pie a enviar sus sugerencias a su blog personal en internet.
En un artículo publicado a principios de septiembre, el líder ruso presentó las líneas maestras de su plan para modernizar el país, superar sus males sociales seculares y acabar con el rezago económico y la gran dependencia de la exportación de materias primas.
"En los próximos decenios Rusia debe convertirse en un país cuyo bienestar se base no tanto en la materias primas, cuanto en los recursos intelectuales", subrayó Medvédev en su publicación.
El jefe del Kremlin señaló "cinco vectores estratégicos para la modernización económica" del país.
Según el plan, Rusia debe ser líder en la producción, transporte y empleo de la energía; elevar a un nuevo nivel las tecnologías nucleares; perfeccionar las tecnologías informáticas; disponer de un sistema global de transmisión de información, y, por último, producir medicinas y equipos médicos de última generación.
Todo esto, según Medvédev, debe ir acompañado de una atención permanente al desarrollo de los sectores tradicionales más importantes, en particular la agricultura.
"Y, desde luego, Rusia estará bien armada. Lo suficiente para que a nadie se le pase por la mente amenazarnos o amenazar a nuestros aliados", recalcó.
El jefe del Kremlin planteó asimismo la necesidad de combatir la corrupción y modernizar el sistema político ruso, tras destacar que las instituciones democráticas en el país, "cuya calidad está lejos de la ideal, ya "han sido creadas y son estables".
Añadió que "el sistema político se renovará y perfeccionará mediante la libre competencia de formaciones políticas abiertas" y también prometió algunos cambios para liberalizar la legislación electoral.
Al tiempo, la prensa liberal señala que "nadie espera de Medvédev cambios radicales", pese a su fama de liberal, y los más escépticos opinan que en el mejor de los casos sólo habrá "retoques cosméticos", según el diario digital "Gazeta.ru".
Dentro del rígido sistema centralizado de poder en Rusia, que Medvédev heredó del ex presidente y actual primer ministro, Vladímir Putin, el interés en el país hacia el discurso anual del jefe de Estado ha caído en picado en los últimos años.
Según diversos sondeos, apenas entre un 14 y un 36 por ciento de los rusos se proponen escuchar el discurso del presidente, que éste pronunciará ante miembros del Gobierno, diputados y senadores y que será transmitido en directo por dos canales de televisión y varias emisoras de radio.
Los principales temas que preocupan a los rusos son las medidas anticrisis y la política social del Gobierno, la inflación, la situación con los ingresos, el paro, el problema de la vivienda y la sanidad, según el centro sociológico Vtsiom.
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