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Préstamos con trampa

Los clubes se blindan con cláusulas para no encontrarse con sus cedidos

ALBERTO CABELLO

Temporadas de 36 jornadas en lugar de 38. En dos partidos ya tienen la tarjeta roja antes de saltar al campo. Es la trampa con la que se estrellan los jugadores cedidos; la cláusula que les impide jugar ante sus equipos de origen.

Esta mordaza altera la alineación de tres equipos hoy domingo. Zigic verá el partido del Racing ante el Valencia en la grada. A Jurado le sucede lo mismo ante la visita del Atlético a Mallorca. La paradoja de este caso es que otra operación idéntica entre colchoneros y baleares no tiene estipulada esta disposición. Por lo tanto, Cléber Santana sí que podrá ser alineado por Manzano ante los rojiblancos. 'Es una pena, porque todos queremos jugar contra los equipos grandes y no puede ser así. No entiendo las cláusulas pero no las pongo yo. Cléber puede jugar, tiene más suerte que yo', decía Jurado esta semana.

El último caso es el almeriense Negredo que no podrá enfrentarse al Real Madrid. El delantero ni siquiera está cedido, fue traspasado a los andaluces con un derecho de recompra, y la operación también incluyó esta cláusula. Al ser un jugador en propiedad del Almería, la prohibición se limita al partido de Chamartín. Sí pudo jugar en el estadio del Mediterráneo.

Sólo el pago de una suma millonaria hubiera abierto el candado del Santiago Bernabéu para Negredo. 'Estoy en un club modesto y es normal que no se pueda pagar esa cantidad', comentó el delantero esta semana. Hábil, provocó la pasada semana ante el Barça la quinta amarilla para limpiar su ciclo de tarjetas ante una jornada, la de hoy, en la que sabía desde que se sorteó el calendario que tendría fin de semana libre. El equipo de Hugo Sánchez se presenta con 16 goles menos en su visita a Madrid.

Por esta misma trampa, el Málaga no pudo contar la pasada jornada con Duda y Lolo dos de sus mejores centrocampistas en el partido ante el Sevilla.

El Real Madrid fue uno de los pioneros en instaurar esta disposición. Jugadores de su nómina provocaron movimientos sísmicos en la historia reciente de la institución. Siendo jugador del Real Madrid, los goles del cedido Samuel Etoo incendiaron Chamartín en un 1-5 del Mallorca. Morientes fue el verdugo de su propio equipo en una eliminatoria de Champions con el Mónaco. Munitis también hirió el orgullo blanco con un gran partido en el Sardinero.

Portillo, De la Red, Javi García, Mejía... Las últimas perlas de la cantera blanca se marcharon cedidos con esa cerradura en el acuerdo entre clubes. El Racing de Santander también se ve perjudicado por esta norma con el central argentino Ezequiel Garay, prestado esta temporada por los blancos. Ya es una práctica habitual para otros equipos como el Villarreal con Jonathan Pereira, el Atlético, Sevilla, Valencia... Por nada del mundo los equipos grandes quieren sentirse dañados por sus jóvenes talentos.

Una cláusula en su contrato de venta prohibe a Callejón jugar con el Espanyol en el Bernabéu en la actual y próxima temporadas. No así en el estadio de Montjuïc. De jugar, el Espanyol tendría que abonar 300.000 euros al club blanco como penalización. 'La temporada que estuve en el Murcia marcaron Morientes, Etoo y yo logré dos goles. Estoy en contra, porque si no lo quieres allí hay que dejarlo volar y que haga su trabajo en otro equipo', apunta su compañero Luis García, también cedido hace años.

La impotencia de los afectados es tanta que en 2004 Javi Moreno se ofreció a pagar la mitad de los 180.000 euros con los que el Zaragoza hubiera debido indemnizar al Atlético de Madrid en caso de alinear al delantero cedido.

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