Este artículo se publicó hace 17 años.
Primer acuerdo entre los partidos que negocian la formación del nuevo Gobierno belga
Los cuatro partidos que negocian la formación del nuevo Ejecutivo federal belga, 121 días después de las elecciones legislativas, alcanzaron hoy un primer acuerdo de gobierno sobre la política de inmigración que se desarrollará durante la legislatura.
Así lo anunció el formador de Gobierno, el democristiano flamenco Yves Leterme, en una breve rueda de prensa ofrecida durante la madrugada, a la que asistieron los jefes de los otros tres partidos vencedores de los comicios del 10 de junio: el reformador francófono MR, la coalición democristiana y nacionalista flamenca (CD&V y N-VA), el liberal flamenco VLD y el humanista francófono CDH.
La política de inmigración no es uno de los asuntos más importantes sobre los que los partidos deben avanzar en la negociación, sin embargo es el primer signo de aproximación para que se pueda llegar a la formación del nuevo Ejecutivo federal.
Leterme explicó que entre los puntos del acuerdo se destaca la designación de un único ministro para que se ocupe tanto de la gestión de las demandas de asilo como de la política de inmigración en su conjunto, según la agencia Belga.
Asimismo el acuerdo prevé abrir el país a la denominada "inmigración económica", asunto que se integrará en el ámbito de la política de empleo y cuya normativa debería estar lista en octubre del año que viene, explicó Leterme.
Dicha estrategia constará de tres fases, la primera de las cuales será buscar a las personas cualificadas para los puestos vacantes entre los desempleados en Bélgica.
A continuación se abriría el mercado laboral a los ciudadanos de los nuevos Estados miembros de la UE, y por último se concedería un permiso especial (tarjeta verde) a los trabajadores de los países no comunitarios, categoría en la que se tendrían en cuenta a los ilegales que están en Bélgica y cuentan con una oferta de empleo.
El acuerdo alude también a la posible reagrupación familiar, en la que se pedirá al inmigrante en Bélgica pruebas de una cantidad mínima de ingresos para que pueda optar a traer a su familia.
En cuanto a la política de asilo, el acuerdo recoge la intención de concretar los objetivos actuales, como acortar los trámites y la opción de que el demandante pueda conseguir un permiso de trabajo en un plazo de seis meses, y mantener los criterios de expulsión de aquellos cuya solicitud sea rechazada.
Los partidos también se mostraron de acuerdo en que un inmigrante pueda conseguir la nacionalidad belga cuando supere los cinco años de estancia legal ininterrumpida y pruebe que habla una de las tres lenguas oficiales del país.
En relación a los centros de detención de inmigrantes, los partidos negociadores del nuevo Gobierno belga acordaron invertir más en ellos y mejorar su capacidad y calidad de atención, en especial para familias con niños.
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