Este artículo se publicó hace 15 años.
El primer bebé elegido genéticamente en España cura a su hermano
El primer bebé seleccionado genéticamente en España ha logrado el propósito para el que fue concebido: curar a su hermano mayor, gravemente enfermo de anémica congénita, según informaron el viernes los médicos del hospital sevillano en el que se llevó a cabo el tratamiento.
Andrés, de siete años, ha sido dado de alta al considerársele curado de la beta talasemia mayor que padecía desde que nació al haber superado con éxito un tratamiento de cinco semanas durante el cual se le transplantaron células madre del cordón umbilical de su hermano Javier.
"En el momento actual, más del 95 por ciento de su glóbulos rojos son de origen del donante, y se puede considerar que el niño está ya sano y curado de su enfermedad", dijo en rueda de prensa el jefe de hematología del Hospital Universitario Virgen del Rocío, Álvaro Urbano.
"Hemos documentado ya que ha aceptado el transplante (..) tenemos la razonable certeza de que va a seguir así durante el resto de su vida", añadió.
La talasemia mayor es la forma más severa de anemia, caracterizada por anomalías en la producción de los glóbulos rojos sanguíneos. La disminución del oxígeno en el organismo se manifiesta desde los seis meses de edad y si no se trata generalmente produce la muerte en unos pocos años.
Andrés ha estado siete años obligado a vivir con transfusiones de sangre cada tres semanas hasta que en octubre pasado nació Javier, el primer niño nacido en España con un perfil genético idéntico al de su hermano.
Para curarle, los padres optaron por el Diagnóstico Genético Preimplantatorio, un procedimiento terapéutico que permite comprobar si el embrión está sano genéticamente antes de transferirlo al útero materno.
Esta técnica la contempla la Ley de Reproducción Humana Asistida aprobada en 2006 y el Sistema Andaluz de Salud (SAS) la ofrece de forma gratuita a las parejas con enfermedades genéticas que puedan pasar a sus hijos.
ÉXITO SIN PRECEDENTES
Antes del trasplante, Andrés fue sometido a un tratamiento de quimioterapia que permitiera "vaciar su médula ósea", según explicaron los médicos, para reimplantarle las células sanas de su hermano.
"Ha tenido más días mejores que malos, ha llevado el proceso muy bien; ahora está muy bien, muy contento, con muchas ganas de jugar, de comer, ha cambiado su vida totalmente", dijo su madre, Soledad Puerta, en la rueda de prensa.
La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, aplaudió la noticia.
"Este es uno de los datos objetivos que avalan que las posturas ideológicas radicales no son adecuadas para el avance de la ciencia. La ciencia tiene que llevar su camino, tiene también sus comités, sus profesionales de la ética, que recomiendan las actuaciones, pero, desde luego, las posturas ideológicas se tienen que mantener al margen del camino de la ciencia", declaró.
El jefe del servicio médico de la Organización Nacional de Transplantes, Gregorio Garrido, destacó que es un éxito sin precedentes de la medicina española, gracias al cual un niño va a poder vivir sin transfusiones continuas.
"Lo que es más importante, esas células hemáticas ya no van a degenerar en leucemias o en procesos tumorales, que es la gran complicación de la anemia beta talasemia", dijo Garrido en declaraciones a RNE.
Los médicos destacaron que el éxito del DGP constata que existe una herramienta nueva en el área de los transplantes, pero añadieron que se puede aplicar a unas patologías determinadas, como la fibrosis quística, la hemofilia A y B o la atrofia muscular espinal.
"Es un mensaje de esperanza y un mensaje de que las cosas son posibles, y de que nuestros sueños se pueden cumplir", añadió Guillermo Antiñolo, jefe de genética del hospital Virgen del Rocío.
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