Este artículo se publicó hace 15 años.
El primer ministro chino pide reducir la concesión de créditos en su país
El primer ministro chino, Wen Jiabao, reconoció hoy que los efectos de la enorme cantidad de créditos que los bancos chinos han concedido a instancias de su Gobierno y para paliar la crisis internacional pueden ser negativos.
"Sería bueno que nuestro sistema de créditos bancarios fuera más equilibrado, estuviera mejor estructurado y no tuviera una escala tan grande", señaló hoy Wen en una entrevista concedida a la agencia oficial de noticias china Xinhua.
Este año los bancos chinos concedieron un récord de créditos en el primer semestre del año, valorados en 7,4 billones de yuanes (1,08 billones de dólares, 755.000 millones de euros), una cuantía que equivale a la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) del país asiático en ese periodo.
Desde entonces, la concesión de créditos se ha reducido hasta una cuarta parte entre julio y noviembre, según datos oficiales.
A pesar de los riesgos que entrañan tanto esta medida como el medio billón de dólares destinado en noviembre de 2008 a infraestructuras y servicios sociales para amortiguar los efectos de la crisis en China, Wen se mostró satisfecho con su efectividad.
"Hemos estabilizado el crecimiento económico y el empleo y mantenido la estabilidad social en el último año, lo que supone un consuelo para mí", aseguró el primer ministro.
Las palabras de Wen contradicen un informe publicado por el grupo de expertos del Gobierno esta semana que indica que el número de protestas masivas registradas este año aumentaron con respecto a 2008, cuando se batió un récord de más 80.000, comparadas con las 10.000 registradas en 1994.
El objetivo del PIB de este año, fijado en un 8 por ciento, es asequible, dijo Wen, ya que se logró un 8,9 por ciento interanual en el tercer trimestre de 2009, lo que indica una aceleración con respecto al 7,9 por ciento del segundo trimestre y al 6,1 del primero, su crecimiento más bajo en décadas.
Mientras una buena parte del planeta sufre recesión y ve en China un modelo eficiente ante la crisis, Wen Jiabao se mostró hoy cauteloso, alegando que es demasiado pronto para evaluar los resultados chinos y la crisis no ha finalizado aún.
"En la batalla contra la crisis, vamos a pagar un determinado precio y afrontaremos obstáculos inesperados", pronosticó el político chino.
Entre estos problemas, reconoció el exceso de liquidez crediticia, que en buena parte ha ido a parar a las empresas estatales y no al bolsillo de los ciudadanos, por lo que el consumo no está aumentando como se esperaba, según indican analistas independientes.
En este sentido, Wen reconoció que el objetivo último del crecimiento económico chino "es mejorar el bienestar del pueblo", y para tal fin, aseguró, se han incrementado los ingresos de los jubilados, de aquellos con menor poder adquisitivo y se ha llevado a cabo una "reforma sanitaria significativa" en 2008.
"Superaremos todas las dificultades mediante una buena implementación del sistema médico", agregó el "Premier".
China, que ha basado su "milagro" económico en las exportaciones baratas, en la recepción de inversión extranjera y en masivas inversiones en infraestructuras, aseguró hace un año que cambiaría esta estructura económica a un modelo más sostenible y basado en el consumo interno para ser menos vulnerable a crisis globales.
Sin embargo, medidas como la provisión de vivienda barata y otros servicios sociales cuya gratuidad se perdió con la adopción del capitalismo no están avanzando a la misma velocidad, mientras que la equiparación de los derechos de los residentes urbanos y de los inmigrantes rurales, que podría estimular el consumo, "se está estudiando", aseguró Wen.
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