Este artículo se publicó hace 15 años.
Sin prisas para autorizar el uso del móvil en los aviones
El uso de teléfonos móviles a bordo de los aviones de las principales compañías aéreas españolas, como Iberia, Air Europa o Spanair, seguirá prohibido y, a corto plazo, no se prevé cambio alguno en este sentido.
Así lo han asegurado a Efe portavoces de las compañías, que añadieron que la incorporación a sus aeronaves de la tecnología que permite el uso de teléfonos móviles sin crear interferencias en los instrumentos de navegación está en la mayoría de los casos en estudio, a la espera de cómo avanzan las tecnologías y la demanda de los pasajeros.
Desde que hace un año la Comisión Europea armonizara las normas para que se puedan utilizar estos teléfonos a partir de los 3.000 metros de altitud, solo hay, que se sepa, unas 27 aeronaves de tres compañías diferentes Ryaniar (Irlanda); TAP (Portugal); y BMI (Reino Unido) que se han equipado con esa tecnología.
Según la CE, la tarifa más barata para conectarse por móvil desde esas alturas se sitúa en torno a los 1,60 euros/minuto por llamada y 0,43 los mensajes de texto, ya que las conexiones han de efectuarse a través de las estaciones base situadas dentro de los aviones.
En el resto de las aeronaves el uso de los móviles está prohibido ya que, como recuerdan se recuerda a los pasajeros en cada vuelo, pueden causar interferencias con los aparatos electrónicos que controlan el avión.
Las consecuencias pueden ser pérdidas en la señal de navegación de las aeronaves, distorsiones en las emisiones de radio y avisos falsos en los ordenadores instalados en la cabina de los pilotos.
Así lo ha explicado a Efe el responsable de la Vocalía de seguridad en vuelo del sindicato de pilotos Sepla, Alvaro González Gammichia.
De acuerdo con las diferentes fuentes aeroportuarias consultadas por Efe, las interferencias de los móviles pueden llegar a provocar situaciones más comprometidas con la seguridad de la navegación cuando el avión se dispone a despegar o aterrizar.
Esto puede suceder si por ejemplo la señal del móvil afecta al altímetro que informa sobre los metros que faltan para tocar tierra y además se añade que la visibilidad es mala.
En todo caso, los incidentes reseñables por el uso de los móviles son "muy puntuales", han señalado a Efe las mismas fuentes.
Uno de los últimos casos conocidos se produjo en enero pasado cuando un avión de Iberia tuvo que salir 11 horas más tarde de lo previsto por la interferencia del aparato de un pasajero, que se lo dejó conectado dentro de una maleta facturada que iba en la bodega del avión.
La interferencia se acusaba como una avería en la cabina del piloto.
Como el fallo persistía a pesar de las revisiones efectuadas, se optó por cambiar de aeronave, y al comprobar que aparecía la misma alerta se resolvió revisar todo el equipaje y fue entonces cuando se descubrió el problema.
Gamminchia también relata algunas anécdotas, como una ocasión en la que uno de los ordenadores de cabina avisó de que había saltado el detector de humo de los lavabos, pero todo se debía a la interferencia que provocaba el móvil encendido de algún pasajero.
El pasado año un avión de la aerolínea Qantas sufrió una pérdida de altitud, lo que provocó heridas a 44 pasajeros.
La Oficina Australiana de Seguridad en el Transporte informó poco después que la causa probable fueron las interferencias electromagnéticas aunque en este caso no estaban causadas por teléfonos móviles sino por las transmisiones secretas de una base naval, que utiliza equipos de radio instalados en 1963 para comunicarse con submarinos.
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