El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha decretado prisión incondicional para 11 de los detenidos esta semana en una operación contra la ilegalizada Segi, considerada la "cantera" de ETA, según informaron fuentes judiciales.

Grande-Marlaska interrogó el jueves a 13 de los 34 detenidos, dejando en libertad provisional a dos de ellos, añadieron las fuentes.

El resto de los interrogatorios se prolongarán el viernes y el sábado.

Un total de 34 personas fueron detenidas en la madrugada del martes en varias localidades del País Vasco y Navarra en una gran redada que según el Ministerio del Interior permitió descabezar la estructura directiva de la organización juvenil ilegalizada.

En las dos operaciones simultáneas de la Policía y la Guardia Civil participaron cientos de agentes y fueron coordinadas sobre el terreno por el magistrado.

Interior considera a Segi la organización de la izquierda abertzale "más ortodoxa y de mayor fidelidad" a la banda armada, además de la encargada de llevar a cabo acciones de desestabilización mediante la denominada 'kale borroka' o "violencia callejera", que anoche volvió a hacer acto de presencia en el País Vasco.

Un grupo de encapuchados quemó un autobús tras hacer bajar al conductor y a un par de pasajeros en la localidad vizcaína de Markina, mientras que un artefacto incendiario hizo explosión de madrugada en la estación de metro de Aiboa, en Getxo, provocando daños materiales en las instalaciones.

Entre los arrestados el martes se encuentran cabecillas de Segi, que estarían preparando un gran congreso nacional para seguir alimentado las actividades de la banda armada desde abajo, según fuentes judiciales.

El ministerio explicó que parte del origen de la operación está en la documentación incautada el pasado abril en Francia al supuesto etarra Ekaitz Sirvent, en la que se recogían las directrices de Segi para reforzarse y aumentar la presión sobre las denominadas "luchas prioritarias", como el tren de alta velocidad o el modelo educativo.

Segi, vinculada al entorno juvenil de ETA, fue declarada organización terrorista por el Tribunal Supremo en enero de 2007, al considerarla seguidora de las también ilegalizadas Haika y Jarrai.

La organización juvenil también aparece en la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea.