Este artículo se publicó hace 16 años.

Prisión sin fianza para el 'sheriff' Ginés y su banda

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Un clan unido por la afición a las pesas
Con la cara asustada, después de tres días en el calabozo, salió ayer el último de los detenidos que declaró en el juzgado de Coslada. Con vaqueros anchos, sudadera deportiva, barba de varios días y las zapatillas sin cordones, como el resto de los presos del calabozo. Su abogado trataba de consolarle por uno de los delitos de los que acaba de ser preguntado, el tráfico de estupefacientes.Según el letrado, la Policía encontró drogas en su taquilla de la comisaría, que la investigación relaciona con una red de venta de anabolizantes. Se trata de creatina y un medicamento contra el cáncer de mama llamado Aromasil. El precio de esta medicina es de 165 euros cada caja. "Son delitos muy graves, pero tú estáte tranquilo, chaval", relativizó el letrado a su defendido. Unas horas después el detenido, junto a otros 12 más, fue enviado a prisión.
Su arma: la fuerza

La banda mafiosa El Bloque se caracterizaba por su afición al músculo. La edad de varios de los inculpados no supera los 30 años. Según algunos vecinos, acudían a levantar pesas ataviados con una camiseta con el siguiente lema: "El Bloque, culpables hasta que se demuestre lo contrario".

"Son cosas de chavales aficionados al deporte", trató de excusar uno de los abogados defensores. Los encarcelados están acusados de usar la fuerza a las órdenes de su jefe, Ginés Jiménez, apodado el ‘sheriff' de Coslada.

Algunos de estos jóvenes acababan de salir de la academia. Es el caso de David, de 22 años, hermano de otro de los detenidos, el cabo Carlos, de 39, considerado uno de los máximos colaboradores de Ginés. Según uno de los abogados, David meditaba hace tiempo pedir el traslado a otra comisaría. "Sufría mucha presión de los jefes", explicó el letrado.

Ginés Jiménez y el resto de los presuntos extorsionadores pasaron 40 horas en el calabozo del juzgado. Allí coincidieron con delincuentes comunes detenidos por sus ex compañeros estos días en Coslada. Uno de ellos, al salir del juzgado tras un juicio rápido, comentó contrariado: "Tiene narices que el calabozo esté lleno de polis". 

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