Este artículo se publicó hace 15 años.
Un privilegio, quedarse de "Rodríguez", que ya no es exclusivo de ellos
Hay quien cree que se trata de una especie urbana extinguida, cuando no de un tópico más del verano, aunque lo cierto es que los "Rodríguez", tan caricaturizados en el cine español de los años sesenta del siglo pasado, siguen estando ahí. Pero si antes eran exclusivamente ellos, ahora son ellos y ellas.
"¿Cómo se nos llama a las mujeres que nos quedamos solas en verano? ¿Martínez?". Es la pregunta de una mujer en un foro frecuentado por "Rodríguez" en la Red. "En mi caso -escribe "Brujavería", pseudónimo que esconde su verdadera identidad-, los que están disfrutando del sol y la playa son mi marido y mis hijos. A mí me ha tocado quedarme en la ciudad durante dos semanitas".
Esta "Rodríguez" o "Martínez", que igual da, reconoce que echa de menos a su familia y que desea la llegada del fin de semana para ir a verles, pero también agradece "un poco de tranquilidad en el hogar y, sobre todo, un poco de tiempo" para sí misma. "Me lo tengo merecido", asegura.
Actitud muy diferente, la de esta madre de familia, con la de ese hombre maduro que acaba de protagonizar una campaña publicitaria de Telefónica.
Con tripita cervecera y barba de varios días, alérgico al orden, adicto a la comida basura y a tumbarse en el sillón frente al televisor, éste, como todos los "Rodríguez", disfruta de la soledad del hogar en los días de más calor, mientras la parienta y los niños están en la playa o con los abuelos en el pueblo.
TÓPICO DIVERTIDO
"Hemos utilizado de forma cómica, divertida, un tópico del verano que todo el mundo tiene en la cabeza. El de ese hombre que se queda solo en casa y que, aunque comunicado con la familia, aprovecha la ocasión para echar una canita al aire", comenta a EFE Salvador Delgado, director creativo de DDB Madrid, la agencia de publicidad responsable de esta campaña de Telefónica.
Delgado reconoce que pudieron haber recurrido a una mujer "Rodríguez", "que también las hay", pero entendieron que "no iba a quedar ni tan claro ni tan divertido". "Profundizamos -insiste- en el tópico de siempre", el que tanto juego dio en las películas de Landa, López Vázquez y los Ozores, allá por los 60 y los 70. Las tan denostadas películas de suecas, destape y calvos con bigotillo.
"¡Me quedo de Rodríguez...15 días!, era -el año pasado- el grito exultante en Internet de otro "amante" de la soledad. "Mis hijas y mi mujer -decía- en las olas, plas, plas...y yo en la city, en los madriles. No me veáis carpetovetónico, que no lo soy, ¡pero un tiempo haciendo lo que me sale de....!".
"Mientras algunos se van de vacaciones a ver sitios lejanos o a volver al mismo apartamento de siempre en Torrevieja y tratar de bañarse en la misma playa llena de guiris gordos, otros nos quedamos aquí, levantando el país". Con tan fina ironía se expresaba también en la Red, apenas hace unos días, otro "Rodríguez" que firmaba como Adlo.
Raquel Zabalza, publicista de DDB Madrid y responsable de la citada campaña, insiste en que la utilización de un "Rodríguez" varón es pura y simplemente un recurso publicitario. "Hoy en día, la mujer que trabaja -comenta a EFE- no está de veraneo más tiempo que un hombre".
ÉPOCAS PASADAS
En esta misma idea de igualdad, consecuencia del "tiempo que vivimos, de los cambios sociales tan radicales que han sucedido en España en los últimos años", hace hincapié el sexólogo Iván Rotella, portavoz de la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología, para quien hablar de "Rodríguez" es "hablar de épocas pasadas". "Pueden producirse casos aislados, pero no es una situación generalizada", apostilla.
"Hoy -continúa Rotella en declaraciones a EFE- las relaciones de pareja se producen en un contexto de equilibrio, desde todos los puntos de vista, también el laboral. Hay Rodríguez todo el año, no sólo en verano. Hombres y mujeres que, aunque vivan en pareja, se sienten solos".
Íván Rotella advierte de un problema creciente, la incomunicación, "hay cosas que ni se hablan ni se hacen", y comenta que es en otoño cuando las consultas se llenan de personas que descubren en vacaciones que no "soportan a su pareja, que ya no sienten deseo por él o por ella. Es muy frecuente".
Un hombre joven, sonriente, vestido informalmente y que se supone se ha quedado sólo en Madrid en verano es el protagonista de otra campaña publicitaria, en este caso del grupo Vips. "¡Te mereces un premio", le dicen desde este grupo español con tiendas y restaurantes en varias ciudades.
"Los restaurantes y cadenas del grupo cuentan con un público heterogéneo que va desde familias a parejas, pasando por ejecutivos o singles", comenta a EFE Carlos Menéndez, director del Club Vips.
En otra cadena de comida preparada y entrega a domicilio, Telepizza, han notado también que, a pesar de la crisis, hay mucha gente que se queda sola en casa, mientras la familia disfruta del sol y la playa. "En junio y julio -asegura un portavoz de la empresa- las ventas de nuestros menús individuales se han incrementado un diez por ciento. Es de suponer que el comportamiento en agosto será el mismo o, incluso, mayor".
OCIO Y BARES DE ALTERNE
El ocio de los "Rodríguez" -no confundir con la banda de rock de los 90 que tuvo a Calamaro y Ariel Roth entre sus filas- transcurre entre el bar, el cuarto de estar de casa, frente al televisor o el ordenador -el ligue on-line parece que hace furor en estos días del año-, y, los más lanzados, en un bar de alterne.
"En verano hay un cliente que no es el habitual el resto del año, que no frecuenta este tipo de locales", asegura, en conversación con EFE, José Roca, portavoz de la Asociación Nacional de Empresarios de Locales de Alterne (ANELA).
Este cliente de "temporada", "que aprovecha la soledad del verano" para darle una alegría al cuerpo, es más frecuente verlo en los bares de alterne que están en los alrededores de las grandes ciudades, "y suele acudir solo", destaca Roca. "Tienen entre 35 y 55 años. El Rodríguez no es un tópico, es una realidad", asegura el portavoz de ANELA.
Una realidad que confirma "Libertad" -es su apodo-, quien a su condición de "Rodríguez" une la de "forero". "Creo que debería estar contemplado por decreto ley -escribe en la Red- que todos tuviéramos la oportunidad de ser Rodríguez o Rodríguaz algún que otro verano de nuestra vida...para descansar de los nuestros y que ellos descansen de nosotros".
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