Este artículo se publicó hace 16 años.
Prodi vuelve a jugárselo todo a una sola votación
Si el primer ministro italiano pierde en el Senado, habrá elecciones sólo dos años después de la derrota de Berlusconi
La oposición conservadora de Italia se frota las manos. El primer ministro italiano, Romano Prodi, se somete hoy a un voto de confianza en el Congreso y en el Senado. Comprobará si cuenta con el apoyo suficiente para seguir dirigiendo el Gobierno después de que los democristianos de la Unión Democrática para Europa anunciaran su abandono de la coalición gubernamental. Con sólo tres escaños en el Senado, son decisivos para la estabilidad del Ejecutivo de centroizquierda.
"Este Gobierno nació gracias a un pacto, firmado por todos los partidos que formaban parte de una coalición, en la que se comprometían a apoyarlo durante toda la legislatura", dijo Prodi. Ante la retirada de los votos democristianos, al primer ministro italiano sólo le queda comprobar sobre el terreno quiénes de sus aliados mantienen la confianza en su gestión. Si no es así, debería dimitir.
Entonces, se abrirían dos escenarios. El primero es anticipar los comicios bajo un viejo sistema electoral aprobado por Silvio Berlusconi en 2006 y que nadie quiere volver a aplicar porque favorece la fragmentación y la inestabilidad. A Prodi le quedaría la opción de pactar un Gobierno de transición cuya única función sería cambiar esa ley antes de ir a las urnas.
La derecha que lidera Berlusconi pidió ayer al primer ministro que se deje de quiebros políticos y convoque elecciones anticipadas de inmediato. Pero Prodi tiene una última esperanza de solventar este crisis. Se trata de que los senadores vitalicios que siempre le han apoyado -Carlo Azeglio Ciampi, Emilio Colombo, Rita Levi, Oscar Luigi Scalfaro, Giulio Andreotti y Francesco Cossiga- no le dejen ahora a los pies de los caballos.
"Pienso que lo lograremos", apuntó ayer Romano Prodi al llegar al Congreso, aunque algunos analistas adelantaron que respondía más a un deseo que a una decisión ya pactada para salvar la coalición. Pero la crisis se veía venir. Clemente Mastella, ministro de Justicia democristiano y cesado bajo acusaciones de corrupción, mostraba ayer su tristeza por la escasa compresión de Prodi.
La oposición conservadora está segura de su victoria. Sin embargo, aquí Prodi tiene ventaja sobre Berlusconi. Las encuestas le favorecen.
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