Este artículo se publicó hace 16 años.
"El professor d'Historia" cierra la trilogía de novelas valencianas de Mira
El escritor y filólogo Joan Francesc Mira ha concluido con "El professor d'Història" su trilogía de novelas ambientadas en diferentes momentos de la historia de Valencia, en este caso la ciudad que se asoma al siglo XXI, que según su autor, es una metáfora de "esa impresión de nueva etapa".
Como ya hiciera con las otras dos novelas anteriores de la trilogía, en las que se apoyó en la mitología clásica -el mito de Hércules y la Divina Comedia de Dante-, que tan bien conoce el escritor valenciano, como especialista en griego, en "El professor d'Història" (Editorial Proa) Joan F. Mira (1939) se inspira en el mito de Fausto.
Si en la primera se valió de la voz de un bibliotecario que paseaba por la Valencia medieval y en la segunda entrega de la trilogía utilizaba a un médico en su recorrido por la Valencia del Ensanche burgués, en la tercera ha optado por un profesor de historia.
"Necesitaba un personaje con una capacidad de reflexión sobre la vida contemporánea, alguien como un historiador, con cierta capacidad de reacción ante la dificultad de entender el mundo contemporáneo", ha dicho Mira en una entrevista con Efe.
La metáfora del mito de Fausto se encuentra en ese profesor, "un sabio clásico rodeado de libros que 'vende su alma al diablo' a cambio de su máxima aspiración, entender el mundo".
Preguntado por su identificación con el protagonista, Mira se ve más reflejado en su mujer, que es profesora de griego que no en él: "Yo no he tenido una actitud tan pasiva o contemplativa hacia la vida como el protagonista, pues he participado en la vida política y escribo artículos y columnas en la prensa".
Una escena aparentemente inocente, el despiste del profesor cuando ve a dos alumnas besarse le ocasionan una tonta caída y una ceja rota es el "desencadenante" de la trama.
La novela pretende, según su autor, reflejar el momento de cambio que vivimos en el mundo: "Más que sensación de final de ciclo, creo que se comienza a sentir la impresión de una nueva etapa, un inicio de no sé sabe qué, como ha sucedido en otros períodos de la Historia".
El autor de "Borja Papa" menciona un ejemplo simbólico de esos cambios que aparecen en la novela, en la que la zapatería del padre es sustituida por una tienda china de 'todo a cien', y "esta sustitución es un fenómeno nuevo en Europa".
Con "Fausto", Goethe, el primer escritor moderno, proclama Mira, hace una reflexión alegórica de la sociedad contemporánea y "no es casual que la acción de la novela se sitúe en la Valencia visualmente más impactante, esa Valencia en la que la realidad ha superado la fantasía".
Tras el esfuerzo titánico que le ha supuesto concluir la trilogía, casi veinte años desde la publicación del primero, "Els treballs perduts", Mira confiesa que "cada vez me cuesta más, me resulta enormemente difícil escribir".
Contribuye a esa dificultad el hecho de que a Mira le gusta que "el lenguaje escrito sea una reproducción del lenguaje oral, en el que no hay puntos seguidos ni apartes, ni comas".
En la Grecia antigua, recuerda, "el texto llegaba a través de la boca y no por los ojos, pero hoy día la forma de escribir ha hecho que el lenguaje haya perdido esa materialidad que tenía en el período clásico".
Por este cansancio mental, Mira asegura que "en una temporada larga no pensaré en otros proyectos", si bien reconoce que tiene en su cabeza dos o tres libros posibles, tanto de ficción como de no ficción.
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