La prohibición del velo integral en la calle llega al Parlamento francés

El proyecto de ley que prohíbe el velo integral en todos los espacios públicos en Francia, incluida la calle, inicia hoy su tramitación parlamentaria en medio de un creciente consenso entre la mayoría de derechas y la oposición socialista.

La ministra de Justicia, Michèle Alliot-Marie, encargada de defender el texto ante los diputados a partir de esta tarde, consideró "alentadoras" las recientes declaraciones del presidente del grupo socialista ante la Asamblea Nacional, Marc Ayrault.

"Lo ideal sería el mayor consenso posible" porque "cuando se tocan los valores republicanos, hay que unirse", afirma en una entrevista publicada hoy por "Libération" Alliot-Marie, que se mostró confiada en lograrlo aun admitiendo que "no hay que contar con algunos votos".

Ayrault preconizó "una posición razonable", después de que el grupo socialista se hubiera mostrado reticente a la vista del dictamen del Consejo de Estado, que advertía que una prohibición general de una forma de vestirse podía chocar con los principios constitucionales y plantear muchos problemas prácticos a la hora de ser aplicado.

Sin embargo, en los últimos días, parece que muchos diputados socialistas se decantarían por votar a favor o abstenerse, en espera de que se puedan cambiar algunos detalles del texto adoptado por el Consejo de Ministros en mayo, mientras que los comunistas y ecologistas se mantienen en contra.

Según el proyecto de ley, en un periodo inicial de seis meses no se aplicarán las sanciones contra las mujeres que se cubran el rostro con burka o niqab, pero pasado ese plazo las multas serán de hasta 150 euros.

Quienes presionen a las mujeres para ir así vestidas se exponen a penas de hasta un año de cárcel y multas de hasta 150.000 euros.

Alliot-Marie insistió en el carácter "pedagógico y preventivo" del proyecto de ley que aseguró que no va contra la religión, sino que afirma el principio de que "la República se vive a cara descubierta".