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El PSC ve más cerca el pacto, mientras CiU quiere que el Parlament se plante

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El PSC se ha erigido hoy en la única formación catalana optimista sobre la posibilidad de pactar con el Gobierno la financiación y ve más cerca el acuerdo porque constata "de forma rotunda" avances "significativos", mientras CiU hace un llamamiento para que el Parlament se plante en defensa del Estatut.

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Por su parte, el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, ha asegurado que la nueva propuesta de financiación cumple "religiosamente" con el Estatut y que Gobierno y Generalitat, tras haber acercado posiciones de forma "bastante notable", están "muy cerca" de alcanzar un acuerdo.

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Mientras, el presidente catalán, José Montilla, ha intensificado los contactos con sus socios de Govern, especialmente con ERC, para unificar en lo posible una postura en el tripartito, cuyos representantes se reunirán el próximo viernes en el marco de la parte catalana de la Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales.

CiU ha encabezado hoy en solitario las críticas a la negociación y su líder, Artur Mas, ha llamado a las fuerzas catalanas a que en el pleno extraordinario que se celebrará a mediados de enero en el Parlament "se planten" ante la nueva propuesta de financiación y rechacen negociar un modelo que incumpla el Estatut.

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Mas, que podría plantear esta iniciativa en forma de propuesta de resolución, cree que el Parlament tiene que "dejar las cosas claras" y "pronunciarse con claridad" respecto al último modelo de financiación autonómica presentado por el Gobierno, una propuesta que, asegura, incumple el texto estatuario.

Más lejos ha ido el secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, que ha pedido que sea la Cámara catalana, y no el gobierno de la Generalitat, la que lidere la negociación de la financiación autonómica con el Ejecutivo, puesto que el Govern, presidido por el PSC, "no defiende los intereses de Cataluña" y "obedece a todo aquello que ordena Madrid" y el PSOE.

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Estas afirmaciones han indignado al PSC y a su portavoz, Miquel Iceta, que ha acusado a CiU de actuar con "grave irresponsabilidad nacional" al restar legitimidad y autoridad al Govern y a su presidente en la fase final de la negociación de la financiación, un asunto en el que le quita toda credibilidad por su pacto con el PP en 2001 y por la variedad de cifras que ha reclamado hasta ahora.

Iceta ha cargado frontalmente contra la posición "ridícula" de CiU y cree que "no es sorprendente que CiU y PP estén en contra de la nueva propuesta porque sustituye lo que ellos acordaron" en 2001.

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En todo caso, el PSC ve hoy más cerca la posibilidad de alcanzar un acuerdo en materia de financiación autonómica y es más optimista que ayer, sobre todo porque ha constatado "de forma rotunda" que hay avances "significativos" en la última propuesta del Gobierno, aunque no da por cerrado ni el pacto ni la negociación.

El PSC ha avalado totalmente la posición negociadora del Govern y ha justificado las críticas del conseller de Economía, Antoni Castells, porque "a él no le conviene señalar las partes positivas, no se piense la otra parte que la negociación ya está acabada".

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Para el PSC, "la música continúa sonando bien", y ve un importante acento catalán en la última oferta del Gobierno, en la que aprecia hasta una docena de pasos significativos.

En una reflexión sobre el documento realizada con más tiempo que el resto de partidos catalanes, que ayer rechazaron el informe de Solbes, el PSC ha enumerado la docena de avances "significativos" que para ellos supone la nueva oferta gubernamental: la actualización de la población, la incorporación de los flujos migratorios, un fondo para no perjudicar a las CCAA más dinámicas, el incremento de la cesta de impuestos, la ampliación de la capacidad normativa en impuestos como el IVA, revisión del sistema cada cinco años y creación de consorcios tributarios, entre otros.

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Mientras se ha suscitado este debate entre PSC y CiU, los representantes de los Gobiernos central y catalán han mantenido sus posiciones.

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