Este artículo se publicó hace 15 años.
El PSOE culpa a la crisis de su derrota europea
Pajín considera que «no se pueden extrapolar» los resultados
El PSOE inició ayer una lenta digestión de la derrota europea centrado en dos elementos externos la abstención y la crisis como responsables principales del aviso propinado por las urnas. La autocrítica pasó de puntillas por el primer análisis de la dirección socialista y sólo se deslizó camuflada bajo un genérico acuse de recibo, "tomamos muy buena nota", verbalizado por la responsable de Organización del partido, Leire Pajín.
"Atribuir razones a una victoria es más sencillo que localizar las causas reales de cualquier derrota", se justificaba ayer un miembro de la dirección socialista para pedir tiempo. Pendiente de un examen detenido, la cúpula del PSOE dio por buena la primera lectura del resultado realizada por José Luis Rodríguez Zapatero en clave externa: la crisis global y la abstención han ido en esta ocasión de la mano, y juntas han sembrado desafecto hacia la propuesta de los partidos con responsabilidad de gobierno. Ha ocurrido en España igual que en el resto de Europa, según argumentó el líder del PSOE.
Apoyo al trabajo de PajínNinguno de los asistentes a la primera reunión celebrada tras la derrota buscó causas más allá de la crisis y nadie puso en cuestión tampoco el trabajo de Leire Pajín como coordinadora de la campaña electoral, durante un largo encuentro en el que prácticamente todos los componentes de la Ejecutiva, una treintena de un total de 36 miembros , quisieron tomar la palabra.
Sin tiempo para un análisis pormenorizado territorio a territorio, la vía de agua abierta para el PSOE en Catalunya, donde el PP ha recortado considerablemente su distancia respecto al PSOE, y el enésimo descalabro cosechado en los dominios del caso Gürtel, Madrid y Valencia, sí desfilaron por el encuentro enunciados como elementos de preocupación. Aún así, la dirección socialista pidió que se eviten conclusiones improvisadas a la espera de un estudio postelectoral y renovó su apoyo a los responsables del PSOE, recién llegados al poder de su partido en las plazas más emblemáticas del PP.
Al término de la reunión, la número tres del PSOE admitió sin enjuagues la evidencia: "No hemos ganado, y no nos podemos dar por satisfechos", confesó Pajín, quien rechazó la tentación de acelerar cambios en clave nacional al hilo de la derrota: "Si los ciudadanos hubieran querido lanzar un mensaje para pedir un cambio político contundente, la participación habría sido mucho más alta y la movilización también".
Pajín acotó la derrota al territorio en juego: el Parlamento europeo. "En nada se pueden extrapolar" los resultados, a su juicio, que son "razonablemente" positivos, según se resignó a admitir. Para responder a la euforia del PP, la secretaria de Organización socialista les invitó a contener su alegría por la victoria: "Si el PP hace una lectura diferente de los resultados, se equivocará". Desde esta premisa, Pajín contempló como un brindis al sol que los conservadores insten a Zapatero a someterse a una moción de confianza y retó al partido de Rajoy a plantear una moción de censura si lo cree conveniente.
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