El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, ha asegurado hoy que el líder del PP, Mariano Rajoy, sufre ahora desde dentro de su propio partido la "medicina" que usó para atacar al Gobierno durante los últimos cuatro años, la medicina de la "división".

En el PP, algunos de sus dirigentes, como la portavoz del grupo popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, o el presidente de La Rioja, Pedro Sanz, confían en que el congreso de Valencia del próximo mes sirva para fortalecer el partido y confeccionar un proyecto ganador.

Sin embargo, el consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, ha afirmado que es imposible negar que en el PP se ha producido un "deterioro" de su imagen.

A la espera de que el líder del PP, Mariano Rajoy, vuelva a intervenir en un acto público -mañana en la clausura de un acto de Nuevas Generaciones-, las voces más críticas con la situación del partido se han escuchado hoy desde fuera, desde el PSOE.

El secretario de Organización de los socialistas, José Blanco, ha destacado que Rajoy se dedicó durante la pasada legislatura a "dividir" a la sociedad española y que ahora es él el que prueba su medicina.

A su juicio, algunos "desde dentro del PP" emplean la "radicalidad" para "atacar a Rajoy".

Asimismo, ha señalado que "lo mejor" para los socialistas es que "Mariano Rajoy continúe mucho tiempo al frente del PP", si bien, según ha remarcado, él no es quién para dar consejos al principal partido de la oposición, salvo que, a su entender, para resolver la "división" del PP lo más conveniente es "la democracia, la transparencia y el sentido común".

En el PP, Sáenz de Santamaría ha apostado por un partido que salga fortalecido tras el congreso nacional de Valencia y el presidente riojano ha dicho que tiene la "convicción, la confianza y la seguridad" de que ese congreso propiciará un "proyecto ganador" que llevará a los populares a gobernar España a partir de 2012.

Sin embargo, ha señalado que prefiere no hablar de desavenencias en el PP por "responsabilidad", aunque, según ha apuntado, "todos los días" se pone en contacto con Rajoy para exponerle sus opiniones.

Con otro punto de vista se ha manifestado el consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, para quien existe "un cierto deterioro" en la imagen del Partido Popular, hasta tal extremo que negar este punto es "no querer ver lo que está pasando de verdad".

No obstante, Granados también ha puesto de manifiesto su confianza en que el XVI congreso del partido permita enderezar el rumbo y terminar con el "efecto negativo" que la situación interna del PP está provocando.

Asimismo, ha recalcado que lo más importante es que sea quien sea el líder del PP tras el citado congreso resulte un líder "fuerte" que cuente con el respaldo de la mayoría de los compromisarios.

En cambio, el presidente del PP en Cataluña, Daniel Sirera, considera que no existe ninguna crisis en su partido, algo en lo que también ha coincidido la presidenta del partido en León, Isabel Carrasco, para quien muchos integrantes prefieren el "juego mediático" y no el sistema democrático.

La diputada del PPC en el Parlamento catalán Montserrat Nebrera, aspirante a presidir la formación en esta comunidad autónoma, ha apelado a la "serenidad" para evitar una "desbandada" y otro diputado autonómico, aunque en la Comunidad Valenciana, Vicent Sarrià, ha opinado que los "ataques públicos" a Rajoy han convertido la situación del partido en un "reality show".