El PSOE lamenta que el PP llame "mendicante" a Zapatero

Aún está por ver si España acudirá a la cumbre financiera de refundación del capitalismo, el 15 de noviembre en Washington. Pero ya la sola incertidumbre ha provocado disparos contrarios de PSOE y PP. Los populares se hallan atrapados en una red difícil, obligados a apoyar la presencia de nuestro país, aunque critican los "gestos" de José Luis Rodríguez Zapatero hacia EEUU. Cristóbal Montoro, portavoz económico del PP, llegó a asegurar el jueves que España ha de estar en el cónclave "por méritos propios, jamás por una actitud mendicante".

Ayer, José Blanco replicó al débil entusiasmo de los de Mariano Rajoy desde su blog: "Hay gente que, con tal de poder criticar a Zapatero, prefieren que España no esté en la reunión". El líder del PP, añadió el número dos del PSOE, sigue "la más negra estela de Aznar", "ignorando" que daña más la imagen del país, no del presidente. "Le da lo mismo. Actúa igual que Aznar cuando llamó pedigüeño a González cuando peleaba por conseguir dinero de la UE para España". "¡Qué patriotismo!", exclama.

Dirigentes del PP reescribieron ayer su censura al Gobierno, sin pisar la raya de Montoro. Esperanza Aguirre apuntó que "algunos gestos" de Zapatero pueden acabar por excluir a España. Dolores de Cospedal reconoció que el presidente "está haciendo lo indecible para que le inviten", si bien "criticando al anfitrión de la cumbre, no es como se consigue".

En el Ejecutivo, optan por no detenerse en el fuego rival. "Hay declaraciones que por sí mismas se descalifican por sí mismas", resolvió María Teresa Fernández de la Vega. La vicepresidenta no detalló qué resortes está tocando la diplomacia o si EEUU, a través de su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, ha dado su portazo a Madrid extremo que también negó ayer Miguel Ángel Moratinos. Esquivó las preguntas con un "estoy convencida de que España estará en Washington", como que irá a "todas las reuniones" de líderes internacionales que faltan hasta el día 15.

Jueces sujetos a críticas

De la Vega mantuvo asimismo la posición del Ejecutivo en el conflicto con los jueces. El Consejo del Poder Judicial, "como los otros poderes", dijo, "está sujeto a la crítica libre y razonable". Y eso "no puede entenderse como una intromisión y menos aún como un intento de presión".