Este artículo se publicó hace 15 años.
Quick Step no despide a Boonen porque no es "esclavo" de la cocaína
El equipo ciclista Quick Step ha decidido no despedir al corredor Tom Boonen, que ha dado positivo en cocaína por segunda vez, al considerar que el deportista no es "esclavo" de esta sustancia y sólo la consume en periodos de descanso.
Según un comunicado difundido la pasada noche y firmado por Tom Boonen, el director del equipo, Patrick Lefevre, y los patrocinadores, el corredor será suspendido por un período indeterminado y se le aplicará una sanción económica que aún no se ha precisado, pero no han dado por finalizado su contrato.
El acuerdo alcanzado estipula que el deportista deberá seguir una terapia durante al menos un año, con consultas semanales durante los primeros meses.
Además, cada dos semanas deberá someterse a un análisis de orina y, como mínimo tres veces al año, un laboratorio le realizará análisis capilares.
El equipo ha tenido en cuenta que el problema de Booenen no es "una adicción en el completo sentido de la palabra", sino que el ciclista sólo consume cocaína esporádicamente y en situaciones concretas, especialmente, en los periodos de descanso entre las grandes carreras, cuando la tensión es menor.
"Es un joven inteligente, con un buen entorno y una vida familiar estable que asume sus responsabilidades en la mayoría de los casos", explica el comunicado.
De hecho, la madre del ciclista, Agnès, ha publicado una carta abierta en la página web del corredor, en la que pide "comprensión" para su hijo, que pagará el precio de la falta cometida.
"Ha pedido ayuda profesional. Es un luchador. Denle la oportunidad de intentarlo con tranquilidad", remarca su madre.
El positivo de Boonen fue confirmado el pasado sábado por un tribunal de la ciudad belga de Turnhout, tras un control antidopaje efectuado entre el 24 y el 25 de abril, unos diez días después de su triunfo en la clásica París-Roubaix.
El consumo de esta droga fue detectado en un control efectuado por la Comunidad Flamenca fuera de competición oficial, por lo que no es castigable en el ámbito deportivo, aunque sí podría tener graves consecuencias para el ciclista en el terreno legal.
Se trata de la segunda ocasión en la que el corredor se encuentra en esta situación, porque en junio del año pasado otro análisis dio positivo por cocaína dos días antes de la Vuelta a Bélgica.
En ese caso, el tribunal decidió la suspensión de la pena por consumo y posesión de cocaína de Boonen bajo ciertas condiciones, que incluían que el ciclista no volviese a consumir drogas y mantuviera contactos con un funcionario judicial.
El belga no fue sancionado por la Unión Ciclista Internacional (UCI), aunque los organizadores del Tour de Francia y de la Vuelta a Suiza decidieron no admitirlo en dichas competiciones el año pasado.
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