Este artículo se publicó hace 14 años.
Quintás dimite tras perder el respaldo de las grandes cajas
Se marcha al no lograr el nombramiento de Amado Franco como su sustituto
Los estadounidenses califican como pato mareado al presidente de su país durante los últimos meses en el cargo, por su incapacidad de ejercer un poder que ya nadie le reconoce aunque siga ocupando el Despacho Oval. Ayer, el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, vivió en sus propias carnes lo que esa expresión significa. Fue incapaz de conseguir los apoyos para dejar como sucesor a Amado Franco, presidente de Ibercaja. Y acabó dimitiendo. Infausto final para un presidente que aceptó, a petición unánime del sector, jubilarse dos años después de lo previsto para hacer frente a la crisis que azota a las cajas.
Quintás no consiguió siquiera plantear la candidatura de Franco en el consejo de administración extraordinario de la CECA que se celebró ayer en Sevilla. En la reunión previa de la comisión ejecutiva ya se bloqueó su iniciativa. Sólo Quintás y el director general de la CECA, José Antonio Olavarrieta, estuvieron a favor de que se votara el nombramiento de Franco. Los cinco miembros restantes, presidentes de otras tantas cajas (entre ellas La Caixa y Caja Madrid), exigieron que se aplazara un mes la votación para intentar conseguir un candidato de consenso. Ahí quedó patente la minoría en la que se encontraba, lo que no le había pasado nunca a Quintás desde que en 1994 llegó a la dirección general de la CECA.
Las cajas de ahorros eligen nuevo líder el próximo 20 de abril
Como coruñés que es, Quintás dejó el cargo a la gallega. Varios presidentes (entre ellos Braulio Medel o Rodrigo Rato) le recriminaron en la reunión que no podían votar un nuevo presidente mientras él siguiera en el cargo. Y de forma inmediata les replicó que no tenía apego a la silla y que en el próximo consejo podrían elegir con tranquilidad porque él ya no estaría. A nadie le quedó claro si la dimisión era efectiva o no, hasta que por la tarde confirmó que dejaba el cargo e inició los trámites para anular todos los compromisos de su agenda.
Tensa reuniónEse fue sólo uno de los episodios de una larga, tensa y dura reunión, en la que Quintás tuvo que escuchar muchos reproches por haber acelerado el proceso de elección de su sustituto con la intención de imponer a su candidato. Todas las cajas grandes y la mayor parte de las medianas manifestaron en la reunión una postura contraria a la del presidente, que argumentó que estaba convencido de que Franco tenía inicialmente los apoyos suficientes y que sólo había dejado de tenerlos cuando el Gobierno, el jueves pasado, había entrado en escena al sugerir a Isidre Fainé, presidente de La Caixa, para tomar las riendas del sector. Pese a todo ello, Quintás tuvo que poner su mejor cara al salir del consejo y afirmó sentirse "satisfecho" porque todos estaban "de acuerdo en que es necesario elegir al nuevo presidente cuanto antes". Con todas las evidencias en contra, también negó que la falta de acuerdo para nombrar a Franco se traduzca en una "imagen de desunión" en el Consejo.
La llegada de Fainé a la presidencia gana fuerza, pero no se descarta a Medel
Ahora, las cajas tienen un mes, hasta el próximo 20 de abril, para intentar aparecer unidas. Ese día se elegirá nuevo presidente (y ahí no estará Quintás para que nadie vuelva a afearle que su presencia prolonga su sustitución). De momento, nadie se atreve a dar por perdida la opción de Franco, pero la realidad es que sus opciones se han reducido mucho después de que ayer la mayoría se negara a votar.
Fainé gana enterosLa candidatura de Fainé, auspiciada por el Gobierno y que también contaría con los apoyos de PP, CIU y PNV, cobra enteros, aunque él no se presentará como candidato oficial si no se asegura la unanimidad, advierten fuentes financieras. La otra opción que también se está manejando en el sector es que la aparición del nombre de Fainé sea una mera fórmula para ganar tiempo, que finalmente podría derivar en el nombramiento de Braulio Medel, el presidente de Unicaja y cercano al PSOE. Preguntado sobre esta posibilidad, Medel contestó taxativamente a Público: "Tonterías, las mínimas".
A algunas cajas les sorprende la sintonía entre las posturas de Fainé, Medel, Rato y el Gobierno, de empatías políticas tan diferentes. Quintás dejó la duda en el aire en su comparecencia pública al no desmentir que pueda haber una jugada paralela, cuando se limitó a contestar: "De eso saben ustedes más que yo". Medel, al que muchos señalan como muñidor del derribo de la candidatura de Franco, aprovechó el final del almuerzo para hacer apartes en un rincón con Fainé y el propio Quintás.
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