Radionovelas del siglo XXI

¿Tienen cabida las historias de ficción en la radio del siglo XXI? ¿Los relatos ficticios interesan a los oyentes? ¿Por qué las emisoras españolas se han olvidado de este género? Son algunas de las preguntas que abordan los profesores Emma Rodero y Xosé Soengas en el libro Ficción radiofónica: cómo contar una historia en la radio, presentado esta semana en Madrid.

Editado por el Instituto RTVE, este manual se presenta como una herramienta para profesores, alumnos y todo aquel que esté interesado en idear, escribir y producir relatos de ficción en la radio. El prólogo resulta todo un homenaje a aquella radio de la posguerra, con espacios míticos como Matilde, Perico y Periquín o Ama Rosa. Aquellas radionovelas congregaban a media España ante el transistor.

Hoy, aunque muchos no lo crean, "este género sí tiene cabida en la radio actual", sostiene Rodero. Esta profesora de Comunicación Audiovisual y Publicidad en la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona) afirma que cuando sus alumnos estudian narrativa radiofónica, "muestran gran interés por un medio como la radio que, en general, les produce apatía".

De hecho, la idea de abordar en un libro este tipo de género para algunos, un recuerdo del Pleistoceno, surgió a raíz de la experiencia de los autores en la docencia. "Empieza a haber gran interés por este tema en forma de podcasts, blogs La ficción radiofónica sí tiene cabida hoy en día e internet supone una oportunidad magnífica para su desarrollo", remacha Rodero.

Estas historias sí tienen su hueco en Reino Unido, EEUU y Latinoamérica

Precisamente, RNE ha puesto en marcha en el último año un ciclo de terror con dos adaptaciones para la radio de Psicosis y El exorcista, que fueron un éxito de audiencia. "Esto demuestra que la ficción sonora se puede revitalizar. Las dramatizaciones ofrecen una capacidad narrativa muy interesante y son una clara apuesta cultural", sostiene el director del primer canal de RNE, Ignacio Elguero.

A finales de la década de 1970, España se olvidó por completo de estos relatos de ficción. Influyeron varios factores: el trasvase publicitario de la radio a la televisión, la pérdida de calidad en las grabaciones, la entrada masiva de periodistas en las emisoras en sustitución de viejos locutores y cuadros de actores... "También se olvidaron otros géneros como los concursos radiofónicos y los espacios infantiles", recuerda Elguero.

No obstante, lo que ocurrió aquí fue una excepción, porque estas historias aún tienen su hueco en Reino Unido, EEUU, Francia y, sobre todo, Latinoamérica. Ahora, los autores del libro proponen "recuperar esa magia" perdida. "Apostar por la ficción supone, por un lado, renovar contenidos, que es algo esencial para el futuro de la radio. Y también sirve para atraer a nuevos públicos y a gente joven que ve la radio actual como un medio monótono y arcaico, que no conecta con sus gustos", concluye Rodero.