Este artículo se publicó hace 14 años.
Rajoy descarta un Gobierno de coalición presidido por Zapatero
El líder de la oposición, Mariano Rajoy, calificó el viernes de impensable la posibilidad de participar en un Gobierno de coalición presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, exigió la implementación de reformas estructurales en el país y presentó al Partido Popular como alternativa preparada para gobernar España.
"Yo no aceptaría un gobierno de coalición presidido por el señor Rodríguez Zapatero porque no creo en el señor Rodríguez Zapatero ni en las políticas que ha llevado a cabo a lo largo de los últimos años ni creo que tenga proyecto político para resolver los problemas que en estos momentos existen en nuestro país", declaró el presidente del PP en un desayuno informativo.
"Hoy en día (esa posibilidad) es impensable", añadió, sin aclarar si el PP estaría dispuesto a plantearse una coalición con los socialistas si éstos cambiaran de líder.
Rajoy, que criticó duramente la gestión económica del jefe del Ejecutivo, añadió en cualquier caso que sí creía en la necesidad de llegar a grandes acuerdos entre los dos principales partidos en los llamados asuntos de Estado, como energía, educación o la reforma de las administraciones públicas, y aseguró que su partido apoyará a los socialistas en "las cosas que considere razonables".
En un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum al que acudieron destacados empresarios, políticos y banqueros, Rajoy desgranó diversas propuestas de política económica que ofrece el PP, entre las que destacó la inclusión en la Constitución de los principios de estabilidad presupuestaria, estableciendo techos de gasto y de endeudamiento de todas las administraciones, algo similar a lo realizado en Alemania.
También planteó la posibilidad de que las cajas de ahorro puedan separar la actividad bancaria de la fundacional con el objetivo final de que puedan captar capital en los mercados.
"Las cajas tienen que acceder al mercado de capitales porque si no, no van a poder subsistir en el futuro (...) El mundo ha cambiado. Es difícil financiarse con créditos a la gente", declaró Rajoy, que el pasado mayo pactó con Zapatero agilizar la reestructuración del sistema financiero y tener concluido el mapa definitivo del sector de las cajas de ahorro españolas.
El líder del PP apostó también por crear cuotas participativas con derechos de voto, que sea incompatible la condición de cargos políticos con la de miembro de algún órgano de gobierno de las cajas y debatir acerca de una definición más precisa de la normativa de los sistemas institucionales de protección.
Rajoy consideró imprescindible la elaboración de un plan integral para la recuperación de la economía y de la confianza en España, y lo contrapuso con las dudas e inquietudes que en su opinión genera el Gobierno de Zapatero con sus "improvisaciones", "medidas aisladas y rectificaciones".
"Hay que hacer un plan global y de conjunto que hoy pasa por reducir el déficit, reestructurar el sistema financiero y abordar reformas estructurales", afirmó, insistiendo en varias ocasiones en la necesidad de fijar "unas reglas del juego".
Rajoy, que dijo que desconocía qué quería hacer el Gobierno, con quién quería pactar y si iba a poder hacerlo, consideró que las reformas necesarias exigían un escenario temporal mayor al que el Ejecutivo dispone al encontrarse en la mitad de la legislatura, y presentó al PP como "preparado para asumir la responsabilidad de Gobierno en cualquier momento".
Según los últimos sondeos publicados por la prensa española, el apoyo electoral al PSOE se ha desplomado en las últimas semanas, y el PP ganaría las elecciones si se celebraran ahora. Los próximos comicios generales están previstos para 2012.
REFORMA LABORAL
Respecto a la reforma laboral planteada por el Gobierno y actualmente en tramitación en el Congreso, consideró que no se trataba de una verdadera reforma, sino de "parches de dudosa eficacia".
Rajoy dijo que el PP se había abstenido en la votación en el Congreso del decreto ley de la reforma laboral por ser una medida necesaria que se podría mejorar en el debate parlamentario. El PP votó en contra del plan de ajuste del Ejecutivo para reducir el déficit.
En este sentido, consideró importante abordar la cuestión de la negociación colectiva en la reforma, para que tenga en cuenta la realidad de las empresas, y abogó por fomentar la formación profesional, proponiendo la creación de una cuenta de formación asociada al número de cotización de la Seguridad Social.
En cuanto al sector energético, el líder del PP afirmó que la única política del Gobierno había sido subir la luz, y dijo que había que parar esa dinámica y "acabar con el desorden y los prejuicios ideológicos".
El Gobierno decidió el jueves congelar el precio de la luz en julio como parte de una negociación con el PP para lograr un Pacto de Estado de Energía para el resto de decisiones, y Rajoy dijo que dentro de esas discusiones su partido pediría revisar la decisión de cerrar en 2013 la central nuclear de Santa María de Garoña, la más antigua de España.
Rajoy también criticó la proliferación de normas autonómicas y locales y apostó por una "cura de adelgazamiento" de las administraciones públicas para eliminar duplicidades.
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