Este artículo se publicó hace 15 años.
Rajoy se esconde de la Gürtel recurriendo al triunfalismo
Se regodea en las encuestas y centra en Zapatero sus ataques al Gobierno
Como ya ha ocurrido en otras ocasiones, Mariano Rajoy se refugió ayer en el apoyo electoral para no tener que mirar de frente a un nuevo escándalo de corrupción, el de la supuesta financiación ilegal que amenaza con tumbar a la cúpula del PP valenciano.
Lo hizo en Zaragoza, durante el día del afiliado que celebraba el PP de Aragón. Era la primera vez que el líder conservador hablaba en público después de una semana marcada por el tira y afloja entre las directivas valenciana y nacional. Sin embargo, las mismas cuestiones que el miércoles le llevaron a 200 kilómetros de Madrid para reunirse con el presidente Valenciano, Francisco Camps, no merecieron ayer ni un sólo minuto, ni una sola frase.
El líder del PP cree que "queda menos" para que llegue a La Moncloa
Rajoy prefirió dedicar la jornada festiva del PP aragonés a temas más agradables, menos dolorosos para sus afiliados. Las circunstancias le favorecían. Esa misma mañana, dos periódicos nacionales publicaban encuestas en las que el PP aventaja al PSOE entre tres y cuatro puntos. El líder del PP se aferró al triunfalismo. "Son buenas, pero la realidad es aún mejor", aseguró ante un millar de militantes. Pese a la cantidad de frentes abiertos que sostiene el PP con la Justicia, Rajoy ni siquiera dejó un resquicio para la duda sobre el resultado en 2012. "Cuando sea presidente, que cada vez queda menos, Aragón será una prioridad", expuso para satisfacción de los cuadros regionales del partido.
Y como no podía haber final feliz sin villano al que derrotar, Rajoy eligió al presidente de Gobierno para ese papel. Las críticas contra José Luis Rodríguez Zapatero se extendieron a todos los temas de actualidad: la venta de Opel, el secuestro del atunero en Somalia, los datos del paro, la política territorial... Rajoy señaló a la "improvisación" que el PP achaca al jefe del Ejecutivo como origen de todos los males del Estado. "Se ha instalado le reprochó en el dejadme solo que esto lo arreglo yo".
El Presupuesto, enorme errorLos conservadores piden la retirada de la cuentas del Estado
Pero, de nuevo, fue la política económica de Zapatero la que acumuló la mayor parte de los ataques. A juicio de Rajoy es necesario que se retiren los Presupuestos de Gobierno ya que suponen "un enorme error" para el país. Así, argumento, "al menos, no hará previsiones que son mentira, no crecerá el gasto público un 17% y no subirá los impuestos para que sea la sociedad la que pague sus errores de gestión".
Pero no es la única medida que considera un error. El presidente del PP recordó el Plan E, que con un coste de 8.000 millones "sólo ha servido para maquillar las cifras del paro durante cuatro meses". Y dedicó un lugar especial a las previsiones que sitúan a España como el último país de nuestro entorno en abandonar la recesión.
Según Rajoy la única solución pasa por el cambio de Gobierno. "Aquí estamos para arreglar el desaguisado y las profundas cargas que nos dejan", se ofreció. Tampoco en esta ocasión se refería a la operación Gürtel.
Los afiliados aragoneses, sin embargo, no echaron en falta las explicaciones sobre la trama corrupta. Los ataques de Rajoy contra el Gobierno fueron premiados una y otra vez con aplausos. Cuando Rajoy se despedía entre besos y abrazos de los militantes, alguno incluso exigía más: "Hay que darles caña, Mariano".
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