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Rajoy pide un último empuje para consolidar su liderazgo

'Feijóo es infinitamente mejor que 50 touriños y 50 quintanas juntos', afirma

MARÍA JESÚS GÜEMES

Mitin de cierre. Mano a mano entre el presidente del PP, Mariano Rajoy, y el candidato a la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Segundo encuentro entre ellos a lo largo de toda la campaña. El escenario, la ciudad de Ourense, tierra del último exponente del caciquismo, Xosé Luis Baltar. Entrada triunfal. Más de 5.000 personas. Y una petición que sonó a súplica: 'Hay que sacar nueve escaños'. Con ello, los conservadores confían en agarrar la mayoría absoluta que les es imprescindible para gobernar.

A Rajoy le va el futuro en ello. Sabe que, en el partido, los críticos, pendientes del resultado, afilan los cuchillos. Por eso, el líder del PP ha centrado todos sus esfuerzos en su tierra y ha pasado allí 11 días frente a los tres que ha visitado el País Vasco recorriendo pueblos. Ayer, el líder del PP se encargó de encender los ánimos de los asistentes poniendo en evidencia, una vez tras otra, lo 'rematadamente mal' que lo había hecho el Gobierno bipartito del PSOE y el BNG. En un discurso muy repetitivo y repleto de los recursos que ha venido utilizando durante estos días 'el coche de Obama que tiene Touriño', 'Pepiño, sus lecciones de moral y su VillaPSOE' o 'la foto de Quintana en el yate' el jefe de la oposición contrapuso la gestión de la Xunta con la del PP cuando estaba en el poder. Así presumió de que su partido es el que ha ganado todas las elecciones en Galicia desde 1987. 'Es el que cumple con todos y el que ha traído más riqueza', sostuvo.

El líder del PP, que se sentía arropado por su mujer Elvira Fernández y por su hermana Mercedes, cargó sobre todo contra los socialistas: 'Son un peligro para la economía de Galicia y la de España'. Por eso pidió 'el cambio'. 'Han demostrado que no sirven y hay que poner a Feijóo', exigió entre aclamaciones. '¡Fuera bipartito!', decían los militantes. Y él volvía, inmerso en un bucle, a denunciar 'lo mal' que lo había hecho la Xunta. 'Feijóo es infinitamente mejor que 50 touriños y 50 quintanas juntos y por eso hay que cambiar', insistió.

¿Dónde está Feijóo?

Se extendía y mucho. Y hasta Baltar tomó la palabra por segunda vez. ¿Qué pasaba? ¿Dónde estaba Feijóo? El candidato conservador llegaba tarde de Lugo, donde también bailan los escaños, y los teloneros se las ingeniaban malamente. Hasta que hizo acto de presencia y pidió 'humildemente el voto'. Feijóo dijo que quería construir 'la Galicia de todos, un gobierno sin partidismos y sin personalismos'. Aseguró que su 'máxima obsesión' era la lucha contra el paro. Y terminó recalcando que aunque Blanco y 'todos sus gurús' se hubiesen instalado en Galicia, el PP 'con cuatro personas y cuatro ordenadores' iba 'a ganar la batalla'.

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