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Rajoy y su "tono faltón": del "no saben leer" al "bobo solemne" y "chisgarabís"

El tono del líder del PP durante el debate sobre el estado de la nación ha provocado la indignación socialista

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"Pero si ustedes no saben leer, como se van a enterar de nuestras medidas". El tono agresivo, a ratos excesivo, del líder del PP, Mariano Rajoy, durante el debate sobre el estado de la nación, ha provocado la indignación de la bancada socialista.

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El portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, ha transmitido este sentimiento en nombre de "unos diputados que representan a 11 millones de españoles", y ha considerado que las palabras de Rajoy le desacreditan para aspirar a la presidencia de España. "¿Cómo puede aspirar a gobernar los complejos mecanismos de un país cuando pierde los papeles a las primeras de cambio?", se ha preguntado Alonso durante su intervención en el debate de hoy.

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"Es un político en decadencia, [...], es muy feo pasar al insulto y espetar a los parlamentarios del PSOE que no saben leer, que es lo mismo que llamarles analfabetos", ha afirmado Alonso, quien, ha vaticinado que el futuro de Rajoy es "gris, muy gris, casi, casi negro".

El tono "faltón" -como lo tildó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero- que ayer utilizó el líder del PP no fue, en absoluto, un calentón puntual.

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De hecho, Rajoy ha dejado para el recuerdo muchas "dedicatorias" dirigidas al líder del Ejecutivo.

Ayer mismo, cuando Rajoy acusó a Zapatero de "apalear a la clase media" recordó mucho al debate electoral de febrero 2008, en el que afirmó que Zapatero "agrede a las víctimas del terrorismo".

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Antes, Rajoy ya había tildado al presidente Zapatero de "bobo solemne", de "cobarde sin límites", de tener una "desfachatez sin límites", de "irresponsable", de "grotesco", de "frívolo", de "antojadizo, veleidoso e inconsecuente", de "acomplejado", de "confuso", de tener "mala conciencia", de chalanear "con los terroristas", tener "la cabeza de adorno", de "indigno", de "cobarde", de perdedor complacido", de dar "coces", de comportarse como un "hooligan británico", de "traicionar a los muertos" , de "radical, taimado y maniobrero", de hablar "en batasuno" , de "chisgarabís", de "insensato", de faltarle "criterio y opinión", de "ambiguo, impreciso, débil e inestable", y así un largo etc.

Especial mención merece el insulto del candidato Rajoy al todavía candidato Zapatero, el 5 de marzo de 2004, cuando pidió a los españoles que no votasen al socialista porque "hay que evitar que La Moncloa caiga en manos de inexpertos e irresponsables".

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