El Museo Guggenheim Bilbao rinde un homenaje póstumo a Robert Rauschenberg, fallecido en mayo de 2008, con una exposición de 60 obras de su serie "Gluts", que supone su regreso al centro de arte moderno vizcaíno once años después de que se exhibiera una retrospectiva sobre el artista norteamericano.

La exposición temporal, que se inaugurará el próximo viernes y permanecerá abierta hasta el 12 de septiembre, amplía en una veintena de obras de mayor formato la muestra ya exhibida en la Peggy Guggenheim de Venecia (Italia) y el museo Tinguely de Basilea (Suiza).

"Volver a presentar su obra en Bilbao, especialmente sus Gluts, después de más de una década, no sólo es un privilegio para nuestro público, es también la forma en que los museos Guggenheim, con quienes Rauschenberg siempre tuvo una relación especialmente estrecha, homenajean al artista fallecido en 2008", ha afirmado en una nota el director del Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte.

La muestra, de la que son comisarios David White y Susan Davidson, está compuesta por fondos del patrimonio de Rauschenberg y préstamos de instituciones y colecciones privadas.

Rauschenberg, nacido en Texas en 1925, comenzó la serie "Gluts" (Excesos) a mediados de la década de 1980 al quedar impresionado por el abandono de objetos de consumo, desde coches a barriles, y el cierre de negocios en ese estado de EEUU debido a una crisis de la industria petrolera.

Entonces, Rauschenberg comenzó a recuperar chatarra y objetos de desguace para transformarlos en relieves murales y esculturas, que exhibió por primera vez en 1986 en Nueva York.

La vinculación de Rauschenberg con el Museo Guggenheim Bilbao va más allá de la retrospectiva de 1998, ya que estuvo presente en la inauguración del museo en 1997 y volvió para la apertura de la exposición dedicada a su amigo James Rosenquist, además de que el centro bilbaíno posee en su colección permanente su mayor serigrafía en blanco y negro: "Barcaza".