Por Paul Day

La cantidad de trabajadores españoles engrosando las cifras de la economía sumergida está creciendo rápidamente mientras la recesión destruye trabajos legales, dijo el martes el máximo dirigente gremial de los autónomos, mientras el Gobierno admite las preocupaciones por la consecuente pérdida de ingresos fiscales.

La cantidad de trabajadores que están siendo remunerados en negro se ha casi triplicado en los últimos cinco años, y la economía no declarada se ha disparado mientras España languidece en una profunda recesión, dijo Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).

Aun antes del estallido de la crisis, el trabajo informal español se estaba expandiendo rápidamente después de que creciera la cantidad de trabajadores inmigrantes trabajando sin declarar, en gran parte en situación de irregularidad administrativa, en su mayoría procedentes de Latinoamérica, Europa del Este y África.

"En España, hoy hay millón y medio de trabajadores 'fantasmas' sin tributar impuestos o cotizar a la Seguridad Social", dijo Amor.

"En momentos de crisis, los autónomos no pueden competir con el trabajo 'pirata'", añadió.

El total de fraude fiscal en España -- que el sindicato del Ministerio de Hacienda GESTHA calcula en 25.000 millones de euros al año -- preocupa al Gobierno, que lucha por contener un déficit fiscal que se va aproximando al 10 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2009.

"Este año, la lucha contra el fraude fiscal va a producir unas ingresos importantes a la Hacienda Pública, hasta el momento 30 por ciento superiores a los que produjeron en el año anterior. Estamos pidiendo que los inspectores sean mas exigentes y aplicados en la tarea", dijo la ministra de Economía, Elena Salgado en una entrevista radial el martes.

El Gobierno no da estimaciones de la cantidad de trabajadores en la economía sumergida, pero desde 2005, los inspectores de Hacienda se las han arreglado para reclamar y cobrar 27.000 millones de euros a los evasores, según el Ministerio de Economía.

Sin embargo, la relativamente robusta economía sumergida podría estar aliviando tensiones sociales en una época en la cual el desempleo en España es de más del doble de la Unión Europea, añadió Amor.

Cerca de una quinta parte de los trabajadores en España está en paro y más de un millón de hogares no cuentan con uno de sus miembros con un empleo declarado, aunque la cantidad de manifestaciones ha descendido a niveles no vistos desde 2004, según un informe.

"No aprobamos estas prácticas, pero si en España no hubiera una economía sumergida, aquí hubiera habido conflicto social", dijo Amor.

Cerca del 90 por ciento de los despedidos en los doce meses transcurridos hasta junio de 2009 tenían contratos temporales según la OCDE.

"Nadie está ofreciendo contratos indefinidos ahora, y los trabajos que se están ofreciendo están tan mal pagados que es preferible quedarse en el paro. La otra opción es, mientras se cobra el paro, hacer pequeños trabajos en negro ", dijo Pablo, un programador informático en paro de 35 años, que pidió mantener su apellido en el anonimato.