Este artículo se publicó hace 13 años.
Recorrido por las esquinas de Omar Little
Lorenzo hace de guía por la ciudad que ha popularizado 'The Wire'
Lorenzo Hernández, licenciado de 26 años en Bellas Artes y estudiando Humanidades, no conocía la serie televisiva The Wire cuando decidió pasar un semestre en la Universidad John Hopkins de Baltimore (Maryland, EEUU, 637.000 habitantes). "No había llegado todavía a España, pero si la hubiera visto quizás me lo habría pensado", advierte. The Wire es una exitosa serie televisiva que transcurre en los bajos fondos de Baltimore. "Ese mundo de delincuencia y drogas está en Baltimore oeste. Son las barriadas por donde es mejor no pasar", añade Lorenzo. "Elegí la ciudad porque está cerca de Nueva York y tienes Washington apenas a una hora. Pensylvania Station conecta la ciudad de la bahía de Chesapeake con toda la Costa Este de EEUU".
Lorenzo tardó poco tiempo en descubrir la convivencia de los ciudadanos de Baltimore con el trapicheo. "Cogí un autobús para ir al distrito de pescadores de Fells Point, la conductora tomó una curva muy cerrada y de su bolsillo salió una navaja con un filo de cuatro dedos de ancho, fue a parar a los pies de una anciana que, sorprendentemente, le devolvió la navaja y le dijo: Yo tengo una igual, pero de color rojo'. Cuando bajé del bus, escupí al suelo y un vecino negro hizo un ademán con su dedo índice de cortarme el cuello".
"Nos aconsejaron no ir a un concierto de un rapero porque íbamos a ser los únicos blancos"
Pese al ambiente de crimen y drogas que describe The Wire, en la que personajes como Omar Little no salen de casa sin su escopeta bajo la gabardina, Baltimore es conocida en todo EEUU por su famoso acuario, que se visita por 25 dólares. El acuario está en el puerto, Inner Harbour, donde están las mejores terrazas de la ciudad. "Es recomendable la tienda de música The Sound Garden, donde a veces van viejas glorias a rodearse de fans. Dicen que Billy Holliday comenzó su carrera en Baltimore", explica Lorenzo.
El otro gran foco de interés de la ciudad es la Universidad John Hopkins, una de las cinco mejores del país. "Las instalaciones son impresionantes, pero la matrícula cuesta 15.000 dólares. Yo fui con una beca de la Universitat Politécnica de València. Nos ponían un autobús privado que nos recogía en la residencia para que no pasáramos por los suburbios", describe.
Lorenzo fue advertido de los peligros de intentar aventurarse por los barrios conflictivos. "Un día traté de ir, con mi compañero de apartamento eslovaco, a un concierto de Method Mad (que hace de Cheese en The Wire) que cantaba con los Wu Tang Clan en una sala de Saratoga Street. En la Universidad nos aconsejaron que no fuéramos porque íbamos a ser los únicos blancos del concierto. A veces se pueden sentir ofendidos por tu presencia. Te hacen ver que este ambiente no es de whities, como llevar la sudadera con capucha en plan rapero", comenta.
Para tomar algo, Lorenzo recomienda las sesiones de funk de los jueves en el Joe2, en North Avenue.Y no es para menos: "Bailan en corromejor que Michael Jackson la música de los setenta. Uno sale al centro a contonearse, baila y da una palmada al siguiente en plan de relevo".
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