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Recortar gastos compensará, dice el líder conservador británico

Reuters

El líder de la oposición británica, David Cameron, prometió el jueves a sus votantes un futuro brillante con más control sobre sus vidas, pero dijo que primero tendrán que soportar el dolor de grandes recortes en el gasto público.

Cameron advirtió que a menos que se tomen medidas rápidas para reducir el déficit récord del Gobierno, Reino Unido se arriesga a prolongar la recesión, y que las autoridades británicas tienen que dejar de imprimir dinero para evitar iniciar la inflación.

El líder conservador, que el viernes cumple 43 años, se mostró confiado en un discurso en el congreso de su partido que se considera crucial para presentar sus credenciales para gobernar el país si el Partido Conservador gana, como se espera, las elecciones del próximo junio.

Aunque su partido de centro derecha está muy por delante en las encuestas del Partido Laborista del primer ministro, Gordon Brown, Cameron evitó cuidadosamente caer en la trampa del triunfalismo.

Prometió reducir el "gran Gobierno" que según dijo tiene la culpa de muchos de los problemas del Reino Unido bajo el laborismo, incluyendo un déficit presupuestario que se espera alcance los 175.000 millones de libras (unos 203.800 millones de euros) este año.

Algunas encuestas sugieren que muchos votantes se inclinan hacia los conservadores porque están cansados tras 12 años de poder laborista, más que porque compartan las políticas de los conservadores.

Una encuesta de Sky News y YouGov publicada antes del discurso mostró que la ventaja conservadora se había reducido a 9 puntos, frente a los 14 anteriores.

Los conservadores han corrido un riesgo al decirles esta semana a los votantes que si fueran elegidos congelarían la paga de millones de trabajadores del sector público y recortarían 23.000 millones de libras en gastos.

"Si ganamos estas elecciones, va a ser duro. Tendrá que haber recortes en gasto público, y eso será doloroso", afirmó Cameron ante una abarrotada sala de conferencias.

Prometió una "dura escalada" en el futuro, pero añadió que "la vista desde la cumbre valdrá la pena".

OPCIONES DE DEUDA

Hay tres opciones para la deuda británica, aseguró: incumplir sus límites, fomentar la inflación o pagarla con rapidez, que según dijo es la única opción creíble.

"Cuanto más esperemos, mayor es el riesgo para la recuperación. Cuanto más esperemos, más altas las posibilidades de que volvamos a la recesión", dijo.

El líder conservador indicó que imprimir dinero -en referencia al programa de compra de activos por valor de 175.000 millones de libras del Banco de Inglaterra, que pretende estimular la economía- supone el riesgo de dar alas a la inflación si continúa mucho más.

También mostró su visión de un país en el que "eliges las cosas más importantes en la vida; el colegio al que va tu hijo y la asistencia sanitaria que recibes. Veo un país en el que las comunidades se gobiernan a sí mismas (...) una gran devolución de poder al pueblo".

Liam Byrne, secretario jefe de los laboristas para el Tesoro, dijo que el discurso "ocultaba los elementos de juicio que ha errado consistentemente y la amenaza real de lo que haría".

Cameron intentó mostrar que entendía los problemas de la gente común restando importancia a su origen privilegiado, y a una juventud en la que asistió al colegio privado Eton y la Universidad de Oxford.

También abrió su vida personal a los votantes revelando que se cuestionó su carrera política después de que su hijo minusválido Ivan muriera en febrero.

El analista de Europa occidental David Lea, de la consultora Control Risks, dijo que los conservadores aún no han "cerrado el trato" con los votantes.

"Creo que el público sigue desconfiando mucho de ellos en una serie de asuntos. Pero siguen en primera posición porque el Partido Laborista es sencillamente muy impopular", dijo.

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