Este artículo se publicó hace 16 años.
Un recuerdo para afianzar el destino
España inicia hoy el Europeo ante Serbia con la meta de un oro que se escapó en un tiro. Aquella acción ha aumentado el sentimiento de grupo en un Europeo marcado por las bajas en la mayoría de las selecciones
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Aquel tiro de Pau Gasol, el del vuelo interminable y el revoloteo caprichoso sobre el aro del Palacio de los Deportes de Madrid, antes de consagrar a Rusia como campeón en el último Europeo, es ya una anécdota para este grupo de amigos que se reúne los veranos. Un recuerdo del que ya nadie habla. "No hace falta. Todos lo tienen presente. Saben lo que significa", explica Sergio Llull, el último en llegar.
Él lo nota en esas miradas que sólo aparecen cuando se vive la selección desde dentro. Porque aquel recuerdo ha ido aumentando, con el paso del tiempo, sus significados. Algunos, como Felipe Reyes, piden venganza. "Nos tenemos que quitar ese mal sabor de boca", asegura.
Otros, como Ricky, ausente de aquellas lágrimas, enarbolan el positivismo. "No hay que pensar en qué pasó, sino en qué puede pasar", reitera. "Aquella derrota les hizo más fuertes. Aprendieron la necesidad de mantenerse unidos en una situación (la derrota) a la que no están acostumbrados", asegura Jonas Kazlauskas, seleccionador griego.
Su sensación la comparte la Europa que hoy inicia la disputa del Europeo de Polonia. Una declaración de intenciones que nadie esconde en España. "No renunciamos a ser los favoritos, pero eso no significa que seamos tan ilusos como para pensar que será un camino de rosas", esgrime Garbajosa. "Las ganas de luchar por el oro las tenemos desde el primer día", reconoce Pau, "pero eso no nos puede distraer del día a día. Para tener la oportunidad de ganar el campeonato hay que derrotar a muchos equipos, que van a jugar cada partido a tope".
"Esa derrota les hizo más fuertes", asegura Kazlauskas, técnico griego
El grupo de Scariolo no huye de su destino. Porque la exigencia sigue ahí desde el fallo de Pau. "Queremos ser campeones de Europa", se reafirma Navarro. Porque España nunca lo ha sido. "Porque ya toca", espeta Rudy. Y, especialmente, porque los jugadores, con independencia del seleccionador, porque así fue conPepu, Aíto y ahora con Scariolo, mantienen ese compromiso con el grupo por encima de las presiones de franquicias de la NBA.
Un sentimiento de grupo del que carecen todas las selecciones presentes en Polonia. Anoche Rusia anunció sus enésimas renuncias: Khryapa y Kaun. Unas bajas que reducen aún más los argumentos del actual campeón. Una selección que entendió su rol de clase media en cuanto Kirilenko y Holden expresaron su necesidad de descansar.
La misma explicación ofreció Papaloukas a Kazlauskas. El capitán griego inició una huida hacia las vacaciones que completó el resto del quinteto que disputó las semifinales en el Europeo de Madrid. "He hablado con todos, les he intentado convencer, pero más no puedo hacer. Saben que las puertas de la selección las tienen siempre abiertas", reconoce el seleccionador griego.
Paciencia e ideas clarasRusia, actual campeón, aparece sin Kirilenko, Holden y Khryapa
"A lo mejor, si España hubiera ganado su Europeo, tendría las mismas ausencias que tenemos todos", asegura Dick Bauermann, el seleccionador alemán, que no podrá contar con Nowitzki. Sin embargo, la diferencia entre España y el resto sigue siendo ese sentimiento de pertenencia al grupo. "Mientras pueda, vendré siempre a la selección", asegura Pau, el guía espiritual del grupo.
Hoy volverá a competir ante Serbia, después de recuperarse de una lesión en el dedo. "Tengo ganas después de ver tantos partidos y entrenamientos", explica. Su baja ha privado a Scariolo de su mayor experimento. La conjunción de genes en la pista. "No tengo dudas de que lo haremos bien juntos", se reafirma Marc. Él, Navarro y Garbajosa se han mostrado como los líderes naturales durante la preparación.
Un mes de partidos en el que ninguna de las selecciones que acuden a Polonia llega imbatida. España presenta sólo una mancha, la derrota en Lituania. Un tropiezo que no preocupa a Scariolo. "Más o menos todo lo que teníamos que hacer lo hemos hecho en la forma adecuada. Ahora nos toca tener paciencia, concentración y las ideas claras en los momentos difíciles", abunda el técnico italiano.
El destino de esta selección se inicia hoy (21:00 h, la Sexta) ante Serbia. Por delante, nueve partidos para llegar a un oro al que también aspiran Grecia, Francia, Eslovenia, Turquía y Lituania. "No tenemos miedo al fracaso, un competidor nunca puede tenerlo", reitera Scariolo. Aquel día, Pau no lo tuvo. Ahora le espera su destino.
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