Este artículo se publicó hace 16 años.
La referencia al proceso de paz en Oriente Medio, único escollo para cerrar la declaración
La declaración final que debe ser aprobada mañana domingo por los 42 líderes asistentes a la cumbre de París para el Mediterráneo está acordada en un 98% y sólo falta por resolver la parte referente al proceso de paz de Oriente Medio, informaron hoy fuentes del Elíseo.
Los ministros de Asuntos Exteriores de los 43 países presentes, -los 27 de la Unión Europea (UE) y los de la ribera sur del Mediterráneo- darán mañana los últimos toques al texto, para que pueda ser adoptado en la cumbre que comienza por la tarde en el Grand Palais.
Los participantes, que incluyen a Siria, el Líbano, Israel y la Autoridad Nacional Palestina, han alcanzado ya un consenso sobre la copresidencia francesa y egipcia de la estructura resultante de la cumbre, que debe relanzar la cooperación europea con el Mediterráneo.
Francia ha propuesto una copresidencia rotatoria durante dos años, con un presidente europeo y otro del sur.
El único país del sur que no está representado es Libia, debido a las reticencias a sentarse a una misma mesa con los israelíes y a sus reservas hacia un proyecto basado en el "Proceso de Barcelona", lanzado en 1995 por la UE para cooperar con el Mediterráneo y que Trípoli califica de "colonialista".
También hay un consenso sobre la creación de una secretaría, aunque el lugar donde se ubicará no será decidido hasta la reunión de ministros de Exteriores que tendrá lugar en noviembre próximo, según las fuentes.
Los seis proyectos que debe lanzar la cumbre han recibido el apoyo de los 43 países presentes, entre los cuales el único que no está representado por un jefe de Estado o de Gobierno es Marruecos, ya que asistirá el hermano del rey Mohamed VI, el príncipe Mulay Rachid.
Francia, organizador de la cumbre, pretende que estos proyectos, gracias a su carácter concreto y a su impacto en la vida cotidiana de los ciudadanos, constituyan los cimientos para asentar la nueva Unión por el Mediterráneo (UPM).
El proyecto estrella es la descontaminación del Mediterráneo, que sufre serios problemas por ser un mar cerrado con una fuerte presión demográfica en sus orillas y que se traduce en vertidos industriales y urbanos incontrolados, y por ser una de las principales rutas de navegación del mundo.
La UPM también se propone crear "autopistas del mar" entre grandes puertos del Mediterráneo, desarrollar la energía solar en los países del Sur y poner en marcha un programa de protección civil con el que se intentará responder con medios conjuntos a catástrofes como incendios o terremotos.
España abandera una iniciativa lanzada con el apoyo de Italia para poner en marcha un dispositivo de micro-créditos para pequeñas y medianas empresas de países como Marruecos, Argelia o Egipto.
El último de los grandes proyectos es la creación de una "Universidad Euro-Mediterránea" para fomentar la cooperación en los estudios de tercer ciclo y en la investigación, con becas de intercambio de estudiantes como las Erasmus en la UE.
Sin embargo, las fuentes del Elíseo subrayaron hoy que la iniciativa no sólo tiene una dimensión económica, como lo demuestra la presencia al más alto nivel a una misma mesa de los países árabes e Israel.
En los prolegómenos de la cumbre, el presidente Nicolas Sarkozy reunió hoy al presidente libanés, Michel Sleiman, y al de Siria, Bachar al Asad, que han acordado establecer relaciones diplomáticas por primera vez desde que ambos países lograron la independencia.
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