La reforma constitucional venezolana avanza entre voces que piden aplazar el referendo

El proyecto de reforma constitucional, que el presidente venezolano, Hugo Chávez, considera necesario para asentar su visión del socialismo, entra en la recta final hacia un referendo en diciembre entre críticas y voces que piden aplazarlo.

Tras aprobar, artículo por artículo, el texto, la oficialista Asamblea Nacional (AN) venezolana, de 167 diputados, tiene previsto sancionar el proyecto la próxima semana, antes de presentarlo al Consejo Nacional Electoral (CNE) que iniciará entonces el proceso para la consulta popular, cuya fecha probable es el 2 de diciembre.

No obstante, en los últimos días, se han sumado al rechazo de la oposición, que ve en la reforma la concesión de poderes "imperiales" a Chávez, las peticiones de aplazamiento del referendo, incluso desde filas aliadas del gobierno.

El motivo alegado es la introducción por parte de la Asamblea de cambios adicionales a los propuestos por el presidente Chávez el pasado mes de agosto, cuando presentó su proyecto de reforma que contemplaba la modificación de 33 de los 350 artículos de la Carta Magna venezolana de 1999 que él mismo promovió.

Son ahora 69 los artículos revisados y aprobados por los diputados, después de que la cámara incluyera por su cuenta 36 adicionales en la última discusión de los textos.

El dirigente del partido pro-oficialista "Podemos", Ismael García, dijo este viernes que, antes de convocar la consulta, el CNE, que se dispone mañana, domingo, a realizar un simulacro de referendo, debería esperar que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre las consultas que se le han hecho al respecto.

"Cerca del 90 por ciento de los venezolanos desconoce el contenido de los últimos cambios introducidos por la Asamblea, por eso pensamos que se les debería dar más tiempo" indicó García, cuyo partido ha sido incondicional de Chávez.

Minoritario en la Asamblea Nacional, "Podemos", cuyos diputados salvaron el voto en el debate, pidió hace una semana al Supremo aclarar la legalidad de la iniciativa parlamentaria de incluir nuevos artículos al proyecto inicial.

El dirigente de "Podemos" recordó también que se consultó sobre la posibilidad de que los ciudadanos no voten "en bloque" la reforma, como se plantea, y puedan discriminar entre los cambios que apoyan y los que rechazan.

También ha pedido un aplazamiento del referendo, y con similares argumentos, el principal partido de la oposición, "Un Nuevo Tiempo" (UNT), cuyo líder, Manuel Rosales, fue derrotado por Chávez en las elecciones presidenciales de diciembre del año pasado.

"Se trata de que los electores estén enterados sobre lo que van a votar y expresen su opinión de una manera mucho más consciente", dijo Omar Barboza, uno de los dirigentes de UNT.

Los estudiantes que se han movilizado contra la reforma pidieron a su vez el aplazamiento del referendo en una reunión con diputados oficialistas que les recibieron en la sede parlamentaria el martes pasado tras una multitudinaria marcha en las calles de Caracas.

El proyecto impulsado por Chávez apunta a la instauración de un sistema político, social, económico y territorial que gobierno y diputados definen como "socialista", mientras la oposición y la Conferencia Episcopal venezolana denuncian un desvío hacia lo que llaman "autoritarismo personalista".

Entre los artículos aprobados están el que permite la reelección presidencial indefinida y el que contempla la figura del "estado de excepción" que puede decretar el Ejecutivo en condiciones que considere de grave riesgo para el país, con una limitación de la libertad de información, uno de los que más polémica ha causado.

El texto de ese artículo mantiene la vigencia del derecho al debido proceso, lo que inicialmente se pretendió restringir y generó críticas de diversos sectores políticos y sociales, e incluso del Fiscal General, Isaías Rodríguez.

Otros cambios incluyen un nuevo concepto de la propiedad que, además de la privada, incluya la estatal, la social, la comunal y la popular y la eliminación de la autonomía del Banco Central, que ha sido cuestionada desde sectores financieros y empresariales.

Frente a las críticas, Chávez ha replicado que es la "mayoría" quien decidirá sobre la reforma, en alusión al anunciado referendo de diciembre, en el que los venezolanos deben pronunciarse a favor o en contra del proyecto que, según el gobierno, consolidará el "sistema socialista de equidad y justicia".