Este artículo se publicó hace 15 años.
La reforma sanitaria pasa su primera prueba en el Senado de EEUU
Una extensa reforma del sistema sanitario de Estados Unidos superó el sábado su primer obstáculo en el Senado en una reñida votación, en la que 60 demócratas se alinearon con el partido para permitir el inicio del debate sobre uno de los mayores cambios del sistema en décadas.
En la primera prueba en el Senado para la máxima prioridad nacional del presidente Barack Obama, los demócratas apoyaron de manera unánime una moción para permitir el inicio del debate, contra 39 votos de los senadores republicanos en contra. El senador republicano George Voinovich no votó.
Los demócratas necesitaban 60 votos para aprobar la moción en el Senado, compuesto por 100 miembros, y no tenían margen de error: controlan exactamente 60 escaños y el conjunto de los republicanos se opuso.
La victoria demócrata se aseguró anteriormente, cuando las últimas dos senadoras que tenían dudas, Blanche Lincoln y Mary Landrieu, dijeron que respaldarían la moción pero no se comprometieron a hacer lo mismo con el proyecto final si no presenta importantes cambios.
"Creo que es más importante para todos los estadounidenses que comencemos este debate para mejorar el sistema sanitario de nuestra nación en lugar de que sencillamente abandonemos el tema y nos marchemos", dijo Lincoln durante un discurso horas antes de la votación.
El debate del Senado comenzará el 30 de noviembre y se espera que se prolongue al menos durante tres semanas. La Cámara de Representantes ha aprobado su propia versión y las diferencias entre ambas deberán ser resueltas en enero, antes de que Obama pueda firmar la medida definitiva.
El proyecto de reforma aumentaría la cobertura a millones de estadounidenses que actualmente carecen de seguro y prohibiría ciertas prácticas, como por ejemplo, el que las compañías nieguen sus servicios a quienes tienen enfermedades preexistentes.
una sexta parte de la economía de Estados Unidos - desde la creación en 1965 del plan de seguro gubernamental Medicare para los ancianos.
APUESTA PARA OBAMA
La apuesta es alta para Obama, con su prestigio político y agenda legislativa en juego menos de un año después de llegar al poder. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que Obama está satisfecho con la votación y que "espera con ansias un debate detallado y productivo".
La reforma aún afronta importantes desafíos, mientras el líder demócrata del Senado intenta dar cabida a visiones discrepantes en su partido sobre temas como el aborto, el plan de seguro operado por el Gobierno y los esfuerzos por controlar los costes.
Los republicanos han prometido que bloquearán o demorarán el proyecto, que criticaron como una costosa intromisión del Gobierno en el sector privado, que llevará al aumento del precio de las primas, reducirá las opciones de los consumidores y subirá los impuestos.
El proyecto en el Senado exigiría que virtualmente todos los estadounidenses compren un seguro y crearía cambios con los que podrían elegir entre varias opciones. Ofrecería subsidios para ayudar a los empleados de bajos ingresos a pagar por la cobertura.
Los republicanos han criticado que se necesite aumentar los impuestos para ayudar a pagar la cobertura de salud ampliada. También aumentaría los descuentos por Medicare en el sueldo de los trabajadores de altos ingresos, utilizados para financiar el programa, e impondría un impuesto a los planes de seguro de alto valor.
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