Se regala león desahuciado

Sandof, un león de unos tres años de edad, espera desde hace días en el Centro Andaluz de Rescate de Animales Salvajes (CARAS) en Fuente Palmera (Córdoba) un dueño que lo acoja. El felino vivía hasta hace poco con su amo, José Luis García, en una parcela ilegal que ha sido derribada por encontrarse en las inmediaciones del aeropuerto de Córdoba. Allí compartía cautiverio con un cocodrilo, una tortuga gigante y varias serpientes pitón. Su dueño se había hecho con Sandof cuando sólo era un cachorro, al cambiarlo por una serpiente.

La fiera vivía enjaulada en una parcela ilegal de Córdoba

Según Bruno Guerrero, de CARAS, nadie ha llamado para interesarse por la fiera. En el centro, confían en que algún zoológico se haga cargo del animal. Asegura Guerrero que su estado no es muy bueno porque "al estar habituado a vivir en una jaula, no se adapta a la tierra". "Además cojea y se cae al andar", afirma. Esas son algunas de las secuelas de su cautiverio durante los tres años que ha pasado en la parcela ilegal. Según el propio Guerrero, su dueño había explicado que cuando se hizo con Sandof, el león estaba deshidratado y no en muy buenas condiciones. Ahora, en el centro de Fuente Palmera, el felino comparte alojamiento con dos tigres, serpientes, erizos, iguanas y un búho real. "Provienen de gente que se hace con estos animales por modas y cuando crecen no saben qué hacer con ellos", cuenta Guerrero. Fue la Guardia Civil, a través del Seprona, quien puso en contacto al propietario de Sandof con la asociación CARAS, que se encarga de proteger a animales exóticos abandonados.

El animal está ahora bajo el cuidado de la asociación CARAS

Según Guerrero, el traslado del león al centro de Fuente Palmera no estuvo exento de dificultades, ya que hubo que anestesiarlo para cambiarlo de jaula. Los responsables de CARAS piden "conciencia" a quienes quieran cuidar a este tipo de animales, ya que requieren numerosos cuidados y, al final, muchos de ellos terminan abandonados. La tenencia de estos animales salvajes está regulada desde abril de 2008. Una normativa estableció sus condiciones de posesión, obligando a la firma de un seguro. Sus dueños también deben realizar tests psicológicos para comprobar su equilibrio mental.