Este artículo se publicó hace 12 años.
Rehn pide al Parlamento Europeo que apruebe una mayor supervisión presupuestaria de la eurozona
El vicepresidente económico de la Comisión Europea, Olli Rehn, ha pedido hoy al Parlamento Europeo que aprueben su versión de las dos propuestas comunitarias que permiten supervisar de antemano los proyectos presupuestarios y reforzar la supervisión de las cuentas de países con graves dificultades.
El pleno de la Eurocámara vota mañana en Estrasburgo (Francia) sobre las propuestas enmendadas por la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo del llamado "two pack" o "paquete de dos" de gobernanza económica que la Comisión Europea presentó el 23 de noviembre pasado.
Los eurodiputados tienen la responsabilidad "especial y única de demostrar que el método comunitario puede estar y estará en el centro del próximo capítulo de la construcción del euro", señaló Rehn durante el debate en el pleno.
El Ecofin ha acordado en febrero una postura general sobre las propuestas y en la primera para países bajo rescate y otros con problemas serios, se establecen supervisiones estrechas de la Comisión Europea prorrogables cada seis meses, visitas periódicas al país e informes trimestrales sobre la situación del Estado afectado.
Si se concluye que se requieren nuevas medidas y que la situación financiera de un país amenaza la estabilidad de la zona del euro, el Consejo por mayoría cualificado y a propuesta de la Comisión podrá recomendar un programa de ajuste macroeconómico: un rescate.
En la segunda propuesta los países del euro deben entregar cada año hasta el 15 de octubre su proyecto presupuestario y éste y los planes nacionales a medio plazo deben basarse en previsiones macroeconómicas independientes.
Tendrán que crear organismos independientes que supervisen el cumplimiento de las reglas presupuestarias relativas al equilibrio presupuestario.
La Comisión Europea emitirá un dictamen antes de cada 30 de noviembre sobre el proyecto presupuestario y si constata un incumplimiento especialmente grave de las obligaciones establecidas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento pedirá al país relevante que revise las cuentas.
Los países tendrán que informar con antelación a la Comisión y al Eurogrupo de sus planes de emisión de deuda nacional y también de cualquier plan de reforma importante de la política presupuestaria.
Frente a estas propuestas, la comisión parlamentaria relevante ha incluido un capítulo para estimular el crecimiento.
Promueve la creación de un fondo de amortización de deuda europea que mutualizaría el porcentaje de todas las deudas nacionales de la zona del euro superiores al 60 % del PIB (equivaldría a 2,3 billones de euros) y se pagará por esa parte a lo largo de 25 años, lo que da tiempo para reformas estructurales y bajar los tipos de intereses para refinanciar la deuda.
La Comisión Europea tendrá que presentar un mes después de la entrada en vigor de las propuestas una hoja de ruta para introducir los eurobonos y una propuesta para un mecanismo de crecimiento que movilizaría en torno al 1 % del PIB (100.000 millones de euros) para inversiones en infraestructuras a lo largo de 10 años.
Se otorga además al Ejecutivo comunitario poderes similares a los que contempla el capítulo 11 la ley de bancarrotas de EEUU, lo que le permitiría dar "protección legal" a cualquier país que esté al borde de una suspensión de pagos.
Esa "tutela" conllevaría la suspensión de las calificaciones de la deuda de cada país y que se cancelaran los depósitos sin devengo de intereses que existan.
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