Este artículo se publicó hace 16 años.
La reina aplaude una Turandot solidaria con las víctimas del terremoto de China
La reina doña Sofía ha aplaudido la versión de la ópera "Turandot", de Giacomo Puccini, que hoy ha inaugurado en el Palau de les Arts de Valencia el Festival del Mediterráni y que el elenco de participantes han brindado a los afectados por el reciente terremoto que ha causado miles de muertes en la región china de Sichuan.
Tanto la dirección del Palau de les Arts como los intervinientes en el estreno han ofrecido su "trabajo artístico en forma de mensaje que lleve a toda China, y en especial a los más afectados, la fuerza y la esperanza necesaria para su recuperación".
Este mensaje de solidaridad tiene una especial significación, ya que tanto la dirección de escena, a cargo de Chen Kaige, como la escenografía, de Liu King, y el vestuario, de Chen Tong Xun, han corrido a cargo de ciudadanos chinos, país en la que también está ambientada esta ópera.
Al estreno han asistido, entre otros, el president de la Generalitat, Francisco Camps, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, la embajadora de la India en España, Sujeta Mehta, el secretario de Estado de Universidades, Marius Riberalta, y los príncipes Radziwill, primos de la Reina Doña Sofía.
Esta versión de Turandot, con dirección musical de Zubin Mehta, investido esta mañana Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia, ha sido recibida con entusiasmo por el público que llenaba la sala principal del Palau de les Arts y que ha dedicado fuertes aplausos a la actuación de la Orquestra de la Comunitat Valenciana y al Coro de la Generalitat.
La soprano María Guleghina encarnó una Turandot con fuerza y despiadada, que finalmente termina rindiéndose ante el amor. Con voz potente, tuvo algunas dificultades en "In aquesta regia" (En esta corte), el aria de gran dificultad con la que comienza su papel.
En sustitución de Marcello Giordani, el tenor Marco Berti fue un Calaf rotundo, con algunas imprecisiones en los agudos en el primer acto, pero que arrancó aplausos del público con "Nessum dorma" (Que nadie duerma), el aria más conocida de este personaje.
La soprano Alexia Voulgaridou, con una excelente intervención, logró una Liu enternecedora y convincente, capaz de sacrificar su vida para no descubrir a su amado. "Te lo doy princesa, y lo pierdo todo, hasta la imposible esperanza", le espeta a Turandot poco antes de morir.
Muy aplaudidos fueron también el bajo Alexánder Tsimbaliuk, que dio vida a Timur, el rey tártaro ciego y depuesto, padre de Calf, y los tres ministros del emperador, Fabio Previati (Ping), Vicenç Esteve (Pang) y Roger Padullés (Pong).
La escenografía reproducía fielmente la ambientación en la época imperial china, con todos los elementos arquitectónicos y de ornamentación que creaban una atmósfera saturada. A destacar la gran escalinata interior del palacio y la versatilidad de los panales que enmarcaban las puertas.
El contrapunto fue el salón del inicio del segundo acto, con una decoración más desenfadada y con un espejo lateral traslúcido para distorsionar los movimientos cómicos, que albergó la escena en la que los ministros Ping, Pang y Pong se convierten en una especie de marionetas de la comedia dell'arte italiana.
El vestuario fue todo un alarde de telas, bordados y colores que dieron vistosidad a los diferentes personajes y a los soldados imperiales, con mención aparte para Turandot, que lució ocho vestidos diferentes a lo largo de la obra.
En el primer intermedio, la reina doña Sofía acudió a los camerinos para felicitar tanto al director Zubin Mehta, como a los principales cantantes de la ópera.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.