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Una reina niña y estrellas de EEUU, en el carnaval en Brasil

Reuters

La reina de Carnaval más joven de Río de Janeiro, de sólo 7 años, se prepara para compartir el protagonismo con las divas pop Madonna y Beyoncé de cara a la mayor fiesta de Brasil esta semana.

La elección de la pequeña Julia Lira para liderar la sección de tambores de la escuela de samba Viradouro provocó controversia y cuestionamientos legales por parte de un grupo de derechos del niño, que dijo que la menor se arriesga a ser explotada sexualmente.

La palabra final quedó en manos de un juez de familia, quien, según medios brasileños, resolvió el miércoles que la niña podía participar en la marcha. La oficina del juez no quiso realizar comentarios.

Si se lo permiten, la pequeña Julia bailará en el Sambódromo el domingo después de medianoche, recibiendo los vítores de miles de fans y celebridades, entre las que se espera que figuren Madonna, que ha sido fotografiada en Río junto a su novio brasileño de 22 años.

La capital del Carnaval, Río de Janeiro, tiene además razones adicionales para celebrar tras ser elegida como sede para los Juegos Olímpicos de 2016.

Las cantantes estadounidenses Beyoncé y Alicia Keys también están en Brasil para participar en el festival del hedonismo antes de Cuaresma, que se cree que tiene sus raíces en fiestas de primavera precristianas.

Ambas vistieron disfraces de Carnaval emplumados para grabar vídeos en una favela de Río el martes y Beyoncé abrió las celebraciones en la ciudad de Salvador el miércoles con una presentación frente a 45.000 personas.

Sin embargo, la diva mucho más joven es la que ha dominado los titulares previos al Carnaval.

La selección de una niña en un papel interpretado habitualmente por modelos de tacón alto y poca ropa, o por estrellas de televisión de busto prominente, ha provocado un acalorado debate, con sus críticos diciendo que la menor es demasiado joven en la marcha extenuante y sexualmente cargada.

Las reinas de tambores, escogidas por su aspecto y habilidades de samba, bailan sin parar frente a cientos de tamborileros, vistiendo nada más que un diminuto biquini, un tocado emplumado y tacones altos.

Con Río pasando por su febrero más caluroso en medio siglo, con temperaturas superiores a los 40 grados Celsius, la preocupación también se ha centrado en las posibles consecuencias para la salud de la pequeña de siete años.

El padre de Julia, Marco Lira, quien también es el presidente de la escuela de samba de Viradouro, ha defendido su selección, asegurando que ella está haciendo lo que quiere y que usará un disfraz diseñado para niños.

"Ningún padre quiere exponer a su hija. Ella va a marchar porque se lo merece", dijo a la prensa el miércoles.

Pese a la controversia, los niños han sido tradicionalmente parte de las celebraciones de Carnaval en las generalmente pobres comunidades que forman las escuelas de samba y Julia no es la primera reina de los tambores joven.

Raissa de Oliveira, la reina de 19 años de la escuela de samba Beija-Flor, ha participado en las marchas del Carnaval desde que tenía 7 años y fue coronada a los 12.

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